Turkish Airlines está siendo una de las grandes beneficiadas por quedarse con las aeronaves que no han sido entregadas a las aerolíneas rusas. La compañía ha recibido en la última semana hasta tres aviones que correspondían a estas, sumadas a las que ellos mismos habían solicitado.
De este modo, en los primeros días de julio, ha incorporado a su flota un total de dos Airbus A350-900 XWB, pertenecientes a Aeroflot, y otro que solicitó de manera independiente. Igualmente, se han hecho con un A321neo de S7 Airlines.
Todos estos imprevistos han provocado que los aviones adquiridos tengan un diseño poco común para Turkish Airlines. Según el citado medio, los dos A350 que originalmente eran para Aeroflot cuentan con una librea híbrida, ya que portan el nombre de la aerolínea turca en el fuselaje con la bandera turca, pero los motores en lugar de blancos son azules.
Lo mismo ocurre con los colores del avión, que en Turkish sería rojo, pero también está en el azul tradicional de la aerolínea rusa
Teóricamente, la turca debería cambiarle la pintura para estandarizarlos con el resto de la flota. Sin embargo, pueden optar por ahorrar dicho gasto y volar con este diseño mixto.