Tres de cada diez personas que consumen comida preparada dicen que es porque no tienen tiempo de cocinar

Ya están en todas partes. Vamos al supermercado y vemos una atractiva vitrina de platos preparados, desde sencillas ensaladas a laboriosas recetas como lasañas o pavos rellenos. Casi tres de cada diez restaurantes proponen apetecibles menús para llevar a casa. Un envase desechable, calentar y servir. Sin perder tiempo y sin manchar. Con tantas tentaciones, los españoles ya tomamos en nuestro propio hogar esa comida preparada por otros una media de seis días al mes, lo que supone un consumo de 14 kilos por español y año.


Dado que no estamos hablando de comida basura, en la que, por otro lado, gastamos casi tres mil millones de euros al año, podría pensarse que comprar platos preparados tradicionales para llevar a casa no tiene ninguna contraindicación pero muchos de estos platos tienen exceso de azúcar, sal o grasas saturadas, la mayoría no cuentan con aceite de oliva virgen extra en sus elaboraciones y llevarán productos ultraprocesados, aromas y colorantes, además de tener un precio mucho más superior a si los preparáramos en casa

Tenemos amigos con los que nunca encontramos momento de quedar, no leemos por falta de tiempo y no cocinamos porque el día no nos da para más. Pero todo es cuestión de prioridades, según una reciente encuesta de Puntronic entre 2.000 de sus clientes tres de cada diez personas (31 %) que consumen comida preparada dicen que es porque no tienen tiempo para cocinar, mientras que un 46 % lo hacen porque no saben manejarse en la cocina y un 23 % porque no les apetece.

comida preparada
© Elnur Amikishiyev

Cocinas ultrarrápidas

Que los modernos electrodomésticos facilitan la vida nadie lo niega, y la estrella son las cocinas de inducción. La encuesta también reflejó que quienes cuentan con una cocina de inducción cocinan más que quienes poseen una vitrocerámica: solo el 18 % de las personas que tienen placas de inducción compran comida preparada, mientras que el porcentaje sube al 27 % entre los que poseen vitrocerámica. También hay un dato curioso: los que compran cocinas de gas con fuegos de llama viva, de los de toda la vida, pero con modernos diseños, son apasionados cocineros que prácticamente nunca consumen platos preparados: solo 5 %.

Esto puede deberse a que la inducción es un método mucho más rápido, algo que, ademásrebaja el recibo de energía; se limpia fácilmente y es un sistema seguro, porque no emite calor salvo en la zona de contacto con el recipiente; quizá por eso es mayoritariamente elegida por familias con hijos pequeños y adolescentes. Por otro lado, las vitrocerámicas también se limpian en un momento, pero no van tan rápido como las anteriores y su consumo eléctrico es más elevado. Generan calor, lo que puede ser una ventaja para aprovechar la energía residual, pero son menos seguras, y ,si se necesita un cocinado «a fuego fuerte», habrá que precalentar el recipiente. Esto es, la experiencia culinaria es menos agradable.

Pero además del tipo de cocina que uno tenga en casa, hay otra serie de factores a tener en cuenta para conseguir alternativas mucho más económicas y saludables que la comida preparada. Puntronic ha hecho una recopilación de lo que debemos tener en cuenta.


Hornos multifunción

Si en las cocinas de inducción, con su función turbo, es rapidísimo hacer una pasta, un risotto o cualquier pescado o carne a la plancha, con un horno multifunción hay infinidad de platos que se cocinan en menos de media hora sin manchar y mientras uno se dedica a otros asuntos.

Aquellos microondas que solo servían para calentar el desayuno han dado paso a hornos completos en los que se puede hacer cualquier asado de forma saludable sin manchar, como en papillote, por ejemplo. A quienes compran mejores hornos les ocurre lo mismo que a quienes tienen cocinas de inducción: les gusta cocinar en casa y saber lo que comen. Los hornos multifunción permiten asar de forma rápida, sin manchar, se limpian solos y, además, tienen una opción grill que deja pescados y carnes crujientes por fuera. En ellos también se pueden hacer pizzas y empanadillas en poco tiempo comprando una masa de calidad y añadiendo ingredientes de confianza y a capricho.


Congeladores

Las neveras con buena capacidad congeladora y los congeladores individuales son un elemento en los hogares de las personas que prefieren el «yo me lo guiso, yo me lo como». Ahorran tiempo porque prácticamente todo admite la congelación. La idea es cocinar una vez para comer dos o tres veces.


Organización

Es suficiente con dedicar una tarde o unas horas del fin de semana a cocinar para siete días. Necesitamos contar con recipientes de congelación pequeños y etiquetas. Por ejemplo, se puede hervir una pasta para dos días y congelar la mitad para luego añadir una salsa diferente; hacer legumbres para varios días y congelar raciones; elaborar croquetas aprovechando las sobras y dejarlas en el congelador listas para freír…

Planificación

Hay que elaborar un menú semanal porque facilita la vida y porque es más saludable desde el punto de vista nutricional; así se organiza el conjunto de lo que se va a comer y se pueden suplir carencias.

Suscripción a páginas web

Existen páginas con ideas semanales de menús. Solo hay que buscarlas. Son estupendas y las recetas salen bien.

Buenos utensilios

Además de los electrodomésticos adecuados, es importante tener cuchillos de calidad, tablas para cortar, cazuelas y sartenes de los tamaños necesarios, batidora, robot de cocina, olla ultrarrápida, etc.


Listado de recetas

Tener un cuaderno o un archivo en el ordenador con recetas probadas proporciona ideas en esos momentos en los que uno no sabe qué preparar de cena o qué comer al día siguiente. No hay que olvidar anotar aquellos platos que gustan y salen bien, con las adaptaciones y tiempos particulares.

Comprar con cabeza

Las listas vienen bien para saber qué alimentos nos convienen y cuáles deben ser un fondo de nevera, como los huevos o las verduras favoritas. Basta con ir a la compra un solo día a la semana para estar bien abastecidos.

Recetas sencillas

Las comidas de siempre, como pescados y carnes asadas, tortillas, legumbres (que se hacen fácilmente en la olla) son muy saludables y le salen bien a cualquiera.

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