Recife, la conocida como la nueva “Venecia brasileña”

Atravesada por canales y puentes que cruzan los ríos Beberibe y Capibaribe, en ella conviven rascacielos y modernas avenidas con edificios coloniales y callejones tradicionales.

Lo que no era más que una aldea de pescadores cuando las tropas neerlandesas ocuparon Pernambuco (y más tarde la mayor parte del noreste de Brasil), allá por el  1630, se ha convertido en un destino turístico en el que pasado y presente se mezclan y donde el arte y la cultura impregnan la vida en general.

pernambuco
Vista aérea de la capital de Pernambuco.

Fundamental es pasear por el barrio que se conoce como “antiguo Recife” o “Recife histórico”, el área donde nació la ciudad, un casco colonial de mediados de los siglos XVII y XVIII cuyo patrimonio histórico, legado de los colonizadores holandeses y portugueses, exhibe construcciones centenarias de incalculable valor arquitectónico: casas y caserones,  fuertes antiguos como el de Brum, hermosas iglesias barrocas como la Capilla Dorada, la sinagoga Kahal Zur Israel, la Basílica y Convento Nostra Senhora do Carmo, la Catedral de Sao Pedro dos Clérigos, la Iglesia de Nostra Senhora do Rosario dos Homens Pretos, el Teatro Santa Isabel, el Patio de San Pedro o la Casa de la Cultura, que fue una cárcel y hoy alberga  locales de artesanías y arte popular. En los barrios de Santo Antônio y São José se localizan otros 24 edificios de gran valor histórico-cultural, con ejemplos de construcciones religiosas y de arquitectura civil, oficial y militar.

plaza francisco brennand
Plaza de Francisco Brennand.

El barrio de Poço da Panela es otro rincón tradicional y pintoresco, con casas y caserones del siglo XIX, época en la que era un popular lugar de veraneo para la gente de Recife debido a su cercanía al río Capibaribe. Y también merece la pena darse una vuelta por el Casario de Apipucos, próximo a los lagos de  Apipucos y de Várzea do Capibaribe, para contemplar las hermosas mansiones que en su día ocuparon las familias aristócratas de Recife. Aquí se encuentran la antigua residencia del ex gobernador Cid Sampaio, en el nº 2665 de la rua Apipucos; la imponente «Mansão Martins Mesel», en el nº117; o el famoso «Solar dos Apipucos», en el nº 320, antigua residencia del sociólogo, antropólogo, escritor y periodista Gilberto Freyre.

Tampoco está de más visitar alguno de los museos repartidos por la ciudad. En el Museu do Homem do Nordeste, por ejemplo, hay una estupenda  colección sobre la cultura del azúcar y lo más genuino del arte popular de Pernambuco. E igual de enriquecedor puede ser dejarse caer por alguno de los concurridos mercados, como el de São José, Madalena, Encruzilhada, Boa Vista o Casa Amarela.

rua da aurora
Rua da Aurora © Lú Streithorst

 Para quienes busquen algo “diferente”, la Secretaría de Turismo ha organizado unas rutas muy curiosas inspiradas en los libros “Assombrações do Recife Velho”, de Gilberto Freyre, y “O Recife Assombrado”, de Roberto Beltrão. Las rutas llevan el nombre de Leyendas de Recife y consisten en una serie de recorridos por lugares citados en dichas publicaciones en los que supuestamente habrían ocurrido fenómenos sobrenaturales que hoy forman parte del imaginario popular. Las inscripciones son gratuitas.

La ciudad cuenta también con buenas playas entre sus atracciones turísticas. El sur de Recife está perfilado por una soleada costa de arenas blancas protegida por un enorme banco de arrecifes de corales que actúan como barrera natural. Urbanizada a lo largo de la avenida de la costa destaca la playa de Boa Viagem, de siete kilómetros de extensión, la más popular y frecuentada por sus aguas tranquilas y piscinas naturales formadas entre la arena y los arrecifes. Esta zona concentra la mayor parte de hoteles, restaurantes y bares de Recife.

Los aficionados al buceo también pueden alegrarse. Existen muchas zonas explorables a lo largo de la costa y un parque formado por 30 naufragios, entre los que destacan el Arenero San Martín, barco hundido en la salida del puerto de Recife; Pirapama,  a seis millas del puerto; el Alfama de Lisboa, un galeón portugués; el avión B18; el Vapor Bahía, habitado por innumerables especies marinas; o el vapor inglés Florida, que naufragó en 1910 a 31 metros de profundidad.

El carnaval de Recife

Dejando a un lado sus estupendas playas y artísticos monumentos, si hay algo que atrae hasta Recife a turistas de todo el mundo son sus carnavales, considerados entre los mejores de todo Brasil. Se celebran en octubre y durante tres días las calles se inundan de color, alegría, bailes y los ritmos y músicas típicas de la región: blocos de frevo y maracatu, ciranda, caboclinhos, afoxè, reggae, manguebeat…  El sábado tiene lugar el desfile de apertura, protagonizado por el tradicional club de máscaras del Grupo Galo da Madrugada, al que acompañan más de un millón de personas bailando y recorriendo la ciudad. La fiesta se extiende hasta la madrugada del lunes, reservada para la Noche de los Tambores Silenciosos, un homenaje a los esclavos muertos en cautiverio. Sin duda, una fiesta que realmente merece la pena experimentar.

carnaval recife
Carnaval Recife.

No Te Pierdas

La cercana Olinda, situada a tan solo 7 km de Recife y reconocida mundialmente como una de las ciudades coloniales mejor conservadas de Brasil. Se levanta sobre siete colinas y se caracteriza por sus calles de piedra, casas coloniales, palacios e iglesias y escenarios antiguos. Ha sido nombrada Patrimonio Histórico y Artístico de la Humanidad por la Unesco.

Porto de Galinhas, una pequeña villa a 60 km de Recife donde encontrarás mar en calma, las playas más alabadas de Pernambuco y grandes piscinas naturales formadas por los corales. Otra atracción es el famoso baobá gigante: un árbol de más de 400 años en el distrito de Nuestra Señora de Ó que fue plantado por esclavos. ¡Es tan ancho que se necesitan 20 personas para poder abrazarlo!

La Isla de Itamaracá, municipio separado del continente por el Canal de Santa Cruz y situado a aproximadamente 40 km de Recife. Sus playas, llenas de cocoteros, son el mayor reclamo para los miles de turistas que la visitan. No te pierdas el Forte Orange y la famosa Corona del Avión (un banco de arena cercano a la playa).

porto de galinhas

 

Entradas relacionadas

Deja tu comentario