Perú, espectáculo de agua en estado puro

En Perú el agua adquiere formas espectaculares y describe innumerables ríos, lagos, lagunas y saltos de agua, algunos de hasta 297 metros de altura.

Los lagos interandinos son un espectáculo en estado puro. Uno de los más famosos es el Titicaca, que hace siglos formó un enorme “mar” con las lagunas de Arapa y Yapupampa. Es el lago navegable más alto del mundo y el segundo más grande de Sudamérica. No en vano, actualmente participa en el concurso Las Siete Nuevas Maravillas de la Naturaleza. Entre otras particularidades, destaca por ser un lago endorreico de agua dulce, lo que lo hace excepcional porque la mayoría de éstos son salados.

El Titicaca es ideal para los amantes del turismo cultural y de aventura. Todo aquel que quiera “vivir” el lago Titicaca puede navegar sobre las milenarias balsas de totora, tal y como lo hacían las antiguas poblaciones del lago y cuya tradición conservan hasta hoy.

Otro espectáculo natural tiene lugar a 717 km al sur de la ciudad de Ayacucho. La laguna de Parinacochas es el refugio de cientos de flamencos de plumaje rojo y blanco, por lo que también es llamada laguna de las Parihuanas. En Junín se puede disfrutar de la belleza de la laguna de Paca y del lago Junín, mientras que en el departamento de Ancash la laguna de Llanganuco, ubicada en las faldas de los nevados Huascarán y Huandoy, es considerada una de las más hermosas entre todas las de origen glaciar.

El Amazonas: agua llena de vida

La imagen que ofrecen las lagunas de la Amazonía, si bien es distinta, no deja de ser espectacular. Se forman en antiguos cauces de ríos y se caracterizan por la inmensa cantidad de vida que acogen y sus altas temperaturas, con islas flotantes que cambian de ubicación a lo largo del día. La laguna de Rimachi es una de las más famosas. Se encuentra en Loreto y es considerada la más grande de la Amazonía.

Las lagunas del norte del país son famosas por sus propiedades medicinales. En Piura las siete lagunas de las Huaringas (lagunas sagradas, en quechua) son utilizadas por la población desde tiempos prehispánicos con fines mágicos y curativos. En Cajamarca, los Baños del Inca encierran historia y tradición. Según los cronistas de la época, el inca Atahualpa se encontraba descansando en el lugar cuando los españoles llegaron al Perú. Sus aguas son ricas en sodio, potasio y litio y alcanzan los 74ºC. Al sur, en Tacna, se pueden encontrar una gran variedad de baños termales. Los más famosos son los de Calientes, con aguas que pueden alcanzar los 98ºC.

Baños del Inca

Trescientos metros de agua en caída libre

Pero el agua en Perú ofrece también otro tipo de espectáculos. Desde la cordillera de los Andes hasta el mar, próximos a carreteras o escondidos entre la vegetación, existen numerosos acantilados y desfiladeros en los que el agua forma hermosas caídas. Perú acoge varias lagunas entre las que surgen saltos de agua de dimensiones considerables. En el departamento de Huanuco las más conocidas son las del Velo de Ángel (de 25 a 28 metros), la Sirena Encantada (70 metros) y San Miguel (100 metros).

Perú
Catarata de San Miguel © Renzo Uccelli

Por su parte, en el departamento de San Martín se encuentran Ahuashiyacu, una caída de 35 metros de fácil acceso, y Huacamaillo, compuesta por siete impresionantes caídas de agua. A las de Gera y Tunun Tunumba sólo se puede acceder con guía.

Sin duda, la más impresionante es la de Parijaro. Ubicada en la selva de Junín, sus aguas caen 297 metros en medio de la majestuosa cuenca del río Cutivireni, refugio de la etnia Asháninka.

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