Llegar desde España hasta la hermana pequeña de Australia te llevará unas 30 horas pero merece tanto la pena que cuando estés allí te olvidarás de todo.
Norte y Sur, así se llaman las dos islas principales que componen uno de los países menos poblados del planeta. En medio, los 20 km del estrecho de Cook separan dos mundos con sorprendentes y diferentes rasgos. La Isla del Norte posee dramáticos paisajes volcánicos, hermosas playas doradas, antiguos bosques de kauris y una fuerte influencia cultural.
A la Isla del Sur, vertebrada por los nevados Alpes del Sur, le han dado forma los grandes glaciares y lagos profundos. El país entero es un refugio para aquellos que buscan paz y rejuvenecimiento, pero también un divertido patio de recreo para deportistas y aventureros, con géiseres, montañas, manantiales geotérmicos y fiordos como compañeros de juego. Si a un escenario así le sumamos, además, la amabilidad y entusiasmo de sus gentes –apodados “kiwis” en honor de la simpática ave-, ¿qué más se puede pedir?
Isla Norte:
Auckland y Wellington son las principales ciudades de la Isla del Norte. La primera, conocida como la “Ciudad de los veleros”, es la mayor y la más espectacular, además de centro cultural y comercial del país. Está asentada sobre 46 colinas volcánicas y posee un magnífico puerto comparable al de Sydney. Lo mejor: que ofrece algo para todos. Playas, compras, una palpitante vida nocturna y cultura a raudales. Las mejores vistas de la ciudad las tienes en la Skytower.
La capital, Wellington, está situada en el extremo sur de la Isla. La ciudad en sí merece una visita y sirve de plataforma hacia la región vinícola de Wairarapa, en la costa este, y los destinos costeros de Costa Kapiti y la isla del mismo nombre, al oeste, una de las principales reservas naturales y marinas. Del centro de la Isla te sorprenderá la región termal de Rotorua, un destino turístico muy popular donde la actividad de los géisers, el barro burbujeante y las fuentes termales naturales se complementa con las más sofisticadas experiencias culturales y artísticas maoríes del país.
Isla Sur:
LaIsla Sur está vertebrada por la cordillera de los Alpes Meridionales, que separan los bosques vírgenes de la costa oeste de las fértiles planicies del este. ¡Tiene 223 picos conocidos que sobrepasan los 2.300 metros! La ciudad más importante es Christchurch, pero la más turística es Queenstown, al borde del lago Wakatipu. Es la capital nacional de la aventura y se ha convertido en meca para los fanáticos de los deportes extremos, que llegan hasta aquí para descargar adrenalina saltando en paracaídas, practicando rafting o probando el bungy jumping (salto con cuerda) desde un puente o helicóptero. Sus famosos campos de esquí Remarkables, Coronet Peak o Mt Hutt atraen cada año a miles de aficionados al deporte blanco.
Costas:
En su costa norte se puede recorrer los fiordos de Marlborough por la Queen Charlotte Drive, con bellísimos paisajes de montañas sobre el mar, visitar el Abel Tasman National Park, con rutas en barco para ver sus cascadas, y llegar hasta Kaiteriteri (tomar un acuataxi es la mejor manera de disfrutar de este maravilloso parque). En la costa oeste podemos observar focas en Westport y curiosas formaciones rocosas junto al mar en Punakaiki, en el Parque Nacional Paparoa. Siguiendo hacia el sur nos adentramos en la espectacular región de los glaciares, proclamado por la UNESCO Patrimonio Universal, y con la zona de los lagos: los hermosos Hawea, Wanaka y Wakatipu.
En pocos países encontrarás paisajes tan diversos, solitarios y absolutamente fotogénicos.
