Rajastán, riqueza arquitectónica a las puertas del desierto

Recorrer el Rajastán es viajar a través del tiempo. Dar un paseo por esta “región de reyes” es disfrutar a cada paso de una arquitectura de incalculable valor que fue testigo del desarrollo de grandes culturas que dejaron su impronta en numerosos edificios.

Visitar el Rajastán es, sin duda alguna, una de las experiencias más inolvidables que se pueden tener en la India. Esta región es uno de los mayores estados del país. Se halla situado en el noroeste, separado de su vecino Pakistán por las dunas del desierto del Thar. Si la India es, por definición, un país de contrastes y colores difícil de olvidar, el Rajastán nos reserva uno de sus más valiosos tesoros: su arquitectura. Desde Jaipur –capital de la región–, Jodhpur, Udaipur o Jaisalmer, atravesando la región del Shekawati y llegando hasta las puertas del desierto del Thar, el recorrido arquitectónico del que seremos testigos es de un valor incalculable y, gracias a él, podremos ser testigos de la controvertida historia de esta región.

destinos Rajastan

Rajastán significa en sánscrito “tierra de reyes”; fue gobernada por el clan de los “rajputs”(hijos de reyes), que establecieron diversos reinos por el norte del país influidos por la cultura musulmana procedente del sultanato de Delhi y por el imperio mogol, y posteriormente por el colonialismo británico. Fruto de esta influencia son los monumentos arquitectónicos más importantes del Rajastán.

La arquitectura define a esta región tanto como su idioma o su idiosincrasia, bien distinta del resto del país. Y como muestra de ello vemos que tres de las ciudades más emblemáticas de esta zona reciben como sobrenombre el color que predomina en sus edificios. Este hecho nos muestra hasta qué punto la arquitectura tiene importancia en la definición del Rajastán. Jaipur recibe el apelativo de “ciudad rosa”; Jodhpur es la “ciudad azul”; y Jaisalmer, la “ciudad dorada”.

Realicemos pues un breve recorrido por estas ciudades para entender hasta qué punto la arquitectura es fundamental en esta región. Jaipur, la “ciudad rosa”, fue construida con estuco rosado para imitar la arenisca, y este color se considera desde entonces símbolo de la hospitalidad de esta urbe para con los visitantes. Uno de los edificios más interesantes de Jaipur es el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos. Se trata de un palacio situado en el centro de la ciudad, a diferencia de la mayor parte de edificios típicos de esta época, que se construían rodeados de inmensos jardines, y que forma parte del City Palace o Palacio de la Ciudad. El Hawa Mahal se construyó como extensión de la cámara de las mujeres destinada al harén, y su función era la de permitir a las mujeres reales observar la vida en la calle sin ser vistas. Por ese motivo, este edificio dispone de 953 pequeñas ventanas por las que circulaba el viento, refrescando las dependencias en verano, gracias a las cuales ha recibido el nombre de Palacio de los Vientos.

Hawa Mahal

Otro de los edificios emblemáticos de la ciudad de Jaipur es el Jantar Mantar. Se trata de uno de los cinco observatorios astronómicos construidos en todo el país. Con una estructura de más de 27 metros de alto, es el monumento más impresionante de este conjunto.

Jantar Mantar

A las afueras de la ciudad de Jaipur, es de obligada visita el Amber Fort: un conjunto palaciego rodeado de una fortificación a la que se puede acceder a lomos de un elefante, como hacían los “rajputs” en aquellos lejanos tiempos. Uno de los recintos más espectaculares del Amber Fort es la sala o vestíbulo de los espejos. Se trata de un habitáculo rodeado de espejos gracias a los cuales, según se cuenta, la realeza podía atravesarlo durante la noche, con tan solo una vela, gracias a la combinación de luces que proporcionaban los espejos.

rajastan amber fort
Amber Fort

Además del Amber Fort, dos de las fortificaciones más famosas del Rajastán son el Meherengar Fort, en Jodhpur, cuya majestuosidad y excelente conservación son difíciles de olvidar, y el Fuerte de Jaisalmer, donde viven todavía las clases adineradas de la ciudad.

El recorrido por la arquitectura rajastaní es inagotable. Nos quedaría por mencionar cenotafios, templos jainistas de una belleza increíble, fortificaciones palaciegas como la de Udaipur o palacios situados en medio de un extenso lago como el Jal Mahal en Japur. Pero, aunque la arquitectura es indudablemente uno de los encantos del Rajastán, los que hemos recorrido varias veces esta región estamos de acuerdo en afirmar que su tesoro más preciado es la hospitalidad de sus gentes.

jal mahal

Al margen de la magnificencia de la arquitectura rajastaní, uno de los elementos arquitectónicos más representativos del período del colonialismo británico es la famosa “haveli” en las ciudades de la zona del Shekawati. Durante el dominio colonial británico, el Rajastán sufrió una de las épocas de mayor escasez económica y muchos comerciantes de ciudades como Mandawa, Nawalgar o Jaisalmer tuvieron que emigrar hacia otras zonas del país para poder continuar con el negocio familiar. Muchos de ellos ganaron dinero con relativa facilidad y lo emplearon para construir enormes mansiones que, a menudo, decoraban con motivos pictóricos de influencia colonial. Así, en Mandawa podemos ver, por ejemplo, una “haveli” decorada con una máquina de tren.

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