DESCENSO DEL SELLA: LA CITA INELUDIBLE EN EL CALENDARIO VERANIEGO

Como cada año –y van 81- llega acompañada de la espectacular y colorida “Fiesta de las Piraguas”, en la que participantes, bandas de gaitas, etc. se dan cita para pasarlo en grande.

Quién le iba a decir a Dionisio de la Huerta que aquella aventura en piragua con sus amigos en el verano de 1929 acabaría convirtiéndose en una de las pruebas de descenso de ríos más importante del mundo. La 81 edición del Descenso Internacional del Sella, que este año tendrá lugar el sábado 5 de agosto, es una cita ineludible para los amantes del deporte… ¡y también para los amantes de la diversión! Porque la experiencia va acompañada de una espectacular y colorida fiesta, la “Fiesta de las Piraguas” -declarada oficialmente “Fiesta de interés turístico internacional”-.

La excusa perfecta para pasarlo en grande y conocer a fondo Ribadesella (www.ribadesella.es), un territorio fascinante con mucho que ofrecer: salvajes acantilados, playas inmensas, cuevas llenas de historia, una tradición gastronómica extraordinaria… Y por supuesto, un río único en el mundo: el Sella, que cada año acoge con fuerza y generosidad una competición inolvidable, acompañada de una fiesta muy especial.

PROGRAMA

A primera hora de la mañana llegan a Arriondas -punto de partida de la famosísima prueba- los piragüistas y espectadores más madrugadores. A las 10, el esperadísimo tren fluvial sale de Ribadesella rumbo a Arriondas -una genial idea que Dionisio trajo de La India- donde a su llegada comienza el desfile de bandas de gaitas, personajes de la mitología asturiana, tritones…

La luz verde de los semáforos, que libera a los piragüistas de sus “cepos” para que salgan todos a la vez (¡más de 1.000 piraguas!), da el pistoletazo de salida a la competición a las 12 del mediodía (tras el pregón y sonar el himno de las Piraguas y el de Asturias). Cerca de 20 km. les separan de la meta en Ribadesella; 20 km. en los que atraviesan fuertes rápidos, aguas cambiantes y alguna que otra zona de calma.

Mientras las piraguas luchan por llegar al puente del Sella en una preciosa y trepidante carrera, el tren fluvial lo hace por el margen izquierdo, con todos los romeros selleros a bordo. A la derecha, una caravana de coches, motos, etc. multicolor acompaña y anima desde la carretera a todos los piragüistas en una auténtica fiesta que culmina en el puente de Ribadesella, meta de la prueba de deportiva y Podium de entrega de los premios a los ganadores. Después, en los Campos de Oba, en Llovio, tiene lugar una comida campestre acompañada del sonido de las gaitas. A lo largo de toda la semana, en Ribadesella se celebran verbenas y actividades para todos los públicos para que la diversión se prolongue hasta el amanecer.

Sin duda, Ribadesella es un destino turístico imprescindible durante todo el año; pero se anima mucho más en su gran día, lo que invita a disfrutarla como nunca.

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