Aventurándose a través de los bosques y las reservas de Belice, Honduras, Panamá y República Dominicana, es posible conocer a cuatro de los animales más extraordinarios del planeta: el jaguar, el flamenco rosado, el tucán y la rana roja.
Imágenes: Visit Centroamérica / Go Dominican Republic / Tucán de mandíbula castaña (Carlos Orellana)
Hogar de algunas de las civilizaciones más antiguas, con sus lugares arqueológicos, bosques con infinitas variedades de especies animales y vegetales, una cadena de volcanes de más de 1500 km de largo y algunas de las mejores playas del mundo, los países centroamericanos Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panama, junto con Republica Dominicana, países miembros de CATA (Central America Tourism Agency), forman parte de un territorio relativamente pequeño, que ocupa solamente el 1% de la superficie del mundo y que, en cambio, acogen el 12% de la biodiversidad del planeta.
Es precisamente en las aguas profundas del océano, en los cielos azules y entre los ríos y bosques del interior de Belice, Honduras, Panamá y la República Dominicana que es posible conocer a 4 de los animales más excéntricos del mundo.
El Jaguar y el Jaguar Negro – Belice
Después del tigre y el león, el jaguar es el tercer felino más grande del mundo, así como el más grande del continente americano: animal tímido y nocturno , extremadamente difícil de advertir mientras deambula por su territorio. Su naturaleza está rodeada de mucho misticismo, heredado de la cultura maya, ya que para esta civilización el Dios del Sol se transformaba en jaguar para poder viajar durante la noche por el mundo de los muertos.
Su nombre tiene origen en los indígenas, que lo llamaron, «Jag War» o «el que caza volando», y que deriva de su técnica de caza: de hecho, el jaguar se acerca sigilosa y silenciosamente a la presa y luego se lanza sobre su espalda. Algunos tienen una piel con variados tonos ocres, mientras que otros pueden combinar el blanco o el negro. Belice es afortunado de ser el país con la mayor concentración de jaguares en el mundo –protegidos por su especial rareza- y puede presumir de albergar el Cockscomb Basin Wildlife Sanctuary, el primer parque natural dedicado por completo a la protección de este gran y raro felino.
El Flamenco Rosado – República Dominicana
Siendo un símbolo del verano por excelencia, los flamencos rosados hacen que los atardeceres a lo largo de las costas de la República Dominicana sean aún más inolvidables. El mejor lugar para observarlos es la Laguna de Oviedo, en el extremo suroeste del país, dentro del Parque Nacional Jaragua. Esta reserva, creada específicamente para albergar la mayor colonia de flamencos del país, es durante la mayor parte del año el hogar de los flamencos rosados, que se asoman en las playas vírgenes de la isla, especialmente durante el mes de agosto.
El tucán de mandíbula castaña (o tucán de Swainson) – Honduras
Aunque está en peligro de extinción y es difícil de encontrar mientras deambula por Forsete, el tucán es en realidad el ave tropical más conocida del mundo: con su gran pico de color y su elegante plumaje es uno de los símbolos por excelencia de la Amazonia y Centroamérica. Perfectamente capaz de adaptarse a los cambios que tienen lugar en su hábitat natural, su vida ha sido puesta a prueba recientemente por la deforestación de la Amazonia. Uno de los lugares donde puede encontrarse a este majestuoso pájaro con mil colores es Honduras: entre los diferentes especímenes, el país también alberga el tucán castaño-mandíbula o el tucán de Swainson, un tucán de garganta amarilla raro y muy especial que hoy se reproduce solo en el este de Honduras y en áreas restringidas al norte de Colombia y oeste de Ecuador.
La Rana Roja – Panamá
Panamá es el único país del mundo, además de Costa Rica y Nicaragua, donde es posible encontrarse con la Rana Roja, especie muy particular. Un pequeño batracio de solo 1.7 a 2.4 cm de largo con una brillante piel de rojo, azul o verde o marrón y amarillo.
Gracias a las almohadillas que tiene debajo de sus patas y musculosos múslos, la Rana Roja no encuentra dificultad para trepar y sus grandes ojos le permiten ver mejor en la oscuridad. Además, su alto grado de toxicidad le permite defenderse de los depredadores. En Panamá, el nombre de toda una región, Red Frog Beach, en la isla Bastimentos, está dedicado a este raro animal.