Alpes franceses, la nieve está servida

A las puertas de iniciarse la nueva temporada de esquí, os proponemos una escapada a cualquiera de las magníficas estaciones situadas en los Alpes franceses: esquí, diversión, glamour y “grandeur” para todos.

  

Los Alpes franceses representan el paraíso para los amantes de los deportes de nieve, ya que en esta zona se encuentran situadas hasta ochenta y cinco estaciones de esquí, entre las más renombradas del mundo.

Estaciones para todos los gustos y edades, en las que se pueden practicar todas las actividades deportivas y lúdicas relacionadas con la nieve. Lugares sugerentes a los que la mitología popular ha situado a la cabeza de los deseos de lo aficionados a los deportes de invierno y encumbrado por sus niveles de equipamiento, tanto en pista como fuera de ellas.

Entre la gran variedad de oferta que los Alpes de Francia nos ofrecen, podemos iniciar nuestro recorrido por Tignes, que por su moderada altitud nos permite disfrutar de agradables días de sol con nieve de gran calidad. Estas circunstancias la han llevado, poco a poco a convertirse en el Reino del Gran Esquí y de las nieves eternas, con su glaciar de la Grande Motte, que culmina a 3.456 metros. Estos parajes, considerados como el mejor dominio esquiable del mundo –el espacio Killy- llamado así en reconocimiento al gran campeón Jean Claude Killy, y que comparte con su vecina Val D’Isère, permite disfrutar de los 300 km de pistas balizadas con recorridos de todos los niveles de dificultad.

Val D’isère se encuentra protegida al pie del monte junto a la frontera italiana, forma junto con la ya mencionada de Tignes un dominio esquiable elogiado por todo el mundo. A sus magníficas instalaciones deportivas, se une una amplia variedad de alojamientos, unas noches de gran animación y una enorme variedad de bares y restaurantes.

El marco auténtico y tradicional de un pueblo y de su campanario del siglo XI crea en Val D’Isère un ambiente cálido y acogedor muy apreciado por todos.

Val Thorens, ubicado en el centro de un circo grandioso dominado por seis glaciares, es, a sus 2.300 metros de altitud la estación más alta de Europa. Constituye también la cumbre de Les 3 Vallèes, el mayor dominio esquiable del mundo, con 600 km de pistas, 200 remontes mecánicos y 25 cumbres. Esta estación dispone de nieve de una calidad excepcional, garantizada desde noviembre hasta primeros de mayo, con 8 cumbres por encima de los 3.000 metros.

Méribel, es un lugar lleno de encanto, donde se practica el arte del buen vivir y el refinamiento, es una estación que ha sabido conservar el estilo arquitectónico de los pueblos del valle; chalets de piedra y madera clara y tejados a dos aguas.

Ubicada en el corazón de los tres valles, la orientación norte-sur del valle permite esquiar al sol durante toda la jornada y las posibilidades de esquiar fuera de pista son también muy numerosas.

El Alpe d’Huez es una estación climática situada a 1.860 metros de altitud, al pie del macizo de los Grandes Rousses. El Pic Blanc, con sus 3.300 metros ofrece un panorama grandioso. La gran altitud garantiza la presencia de nieve en las 10.000 hectáreas del dominio con sus más de 2.000 metros de desnivel, es decir, 235 km de pistas, entre las que destaca Sarenne, de 16 km, la pista más larga de Europa. Una pista de esquí nocturna, un estadio de eslalon, snowparks, un Palacio de Deportes y Congresos, 700 cañones de nieve y un sinfín de opciones más, completan las bazas de esta magnífica instalación.

En definitiva, un auténtico goce para los amantes de los deportes de invierno, Los Alpes franceses constituyen el sueño dorado de tantos.

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