Gales, alejarse del ruido con estilo

Los amantes de la tranquilidad y los paisajes salvajes tenían a Gales como el secreto mejor guardado. Con la llegada de los hoteles ‘chic’, restaurantes orgánicos y casas de campo reconvertidas en ‘bed & breakfast’ la oferta turística ha convertido a esta tierra celta en un destino clave donde se mima al visitante, y todo a un paso de playas vírgenes, montes y pueblos marineros.

Bwa Gwyn

PARAÍSO GASTRONÓMINO SOTENIBLE
Una de las nuevas facetas de Gales es la de meca de la gastronomía sostenible. No hace falta escarbar mucho para empaparse de esta gastro-revolución que hay presente en las tierras de la tranquilidad. En los pubs hay cada vez más cerveza artesana fabricada en la tierra y los ingredientes de las cartas cumplen con los mandamientos de lo orgánico, lo local y de temporada. Un festín para el paladar más selecto.

Abergavenny es el epicentro de este movimiento. Su mercado de comida es el más completo de los alrededores con una amplia variedad de productos que brindar al visitante. Ofrece clases magistrales de chefs, talleres, catas… y cualquier cosa relacionada con el buen comer. En su estela ha proliferado una constelación de gastro-pubs y posadas con menús clásicos con aires renovados, como The HardwickThe Nantyffin Cider MillThe Walnut Tree InnThe Felin Fatch Griffin. Y porque no sólo de pan vive el hombre, cerca de allí se celebra el festival de música Green Man y el Woodstock del intelecto: el prestigioso festival literario de Hay on Wye.

Parque Nacional Brecon Beacons © Joe Cornish

Si Abergavenny es la meca culinaria, el cercano parque nacional de Breacon Beacon es la capital del festín campestre. Esta reserva a una hora de Cardiff es el parque nacional menos transitado de Gales. Además funciona como un enorme huerto, que permite pasear por sus confines y de paso llevarse una ensalada al completo sin pagar un penique. Por esta razón en la zona se está poniendo de moda el foraging o búsqueda de comida silvestre: frutas del bosque, hierbas aromáticas y comestibles y setas. La versión más extrema es el bushcrafting, o cómo sobrevivir alejados de la civilización, pero la mayoría de las rutas de foraging terminan con una cena de mesa puesta. El restaurante Fox Hunter, que el chef televisivo Matt Tebbutt montó en una antigua casa del jefe de una estación ferroviaria, organiza sesiones de foraging.

Parque Nacional Brecon Beacons

La oferta hotelera de esta parte de Gales está a la altura de sus restaurantes. Entre el idílico río Tywi y las montañas de Brecon Beacon está Fronlas, un hotel sostenible que no decepciona a los amantes del lujo. Sólo usa electricidad verde y el agua caliente y el suelo radiante se calientan mediante paneles solares. Los colchones son orgánicos y confeccionados por un experto local y ofrecen té, café, azúcar, chocolate, y sábanas y toallas de comercio justo. Además está situado en el pueblo de Llandeilo, que ofrece paisajes impresionantes, pequeños cafés, delis y boutiques independientes. La única pega que tiene es que en la mayoría de los hoteles pequeñitos y te gran encanto y cuidado hay que reservar habitaciones con tiempo, por lo que es aconsejable ser previsor. The New White Lion es un pequeño hotel con encanto decorado con escogidas antigüedades. Sus acogedoras habitaciones tienen un aire provenzal.

Llanddwyn Island. Isle of Anglesey

VIDA COSTERA
La ruta de la costa galesa (Wales Coast Path) es única en el mundo: un trayecto ininterrumpido que rodea la costa en su totalidad. Tiene 1400 kms, llevó 6 años de habilitación y pasa por 41 playas, 18 castillos y 12 reservas naturales. Las vistas son magníficas y muy variadas: dramáticas y rocosas por la isla de Anglesey y en Pembrokeshire (el único parque nacional costero de Gran Bretaña), con playas y pequeñas cuevas en Gower y con bandadas de pájaros en Gwent Levels. En Cardigan Bay es fácil ver a grupos de delfines que viven en la bahía. La ventaja es que el trayecto se puede dividir en pequeños tramos fáciles de abarcar a pie. Cada zona tiene agencias que organizan excursiones a pie.

Barafundle Bay

Gales, y en particular Pembrokeshire, es un buen lugar para salir de pesca con toda la familia. Quien prefiera tierra firme, puede probar con el foraging de marisco y algas. Muchas de las excursiones terminan en una barbacoa en la playa para probar las delicias capturadas en el día. Para los que prefieran una vida cargada de adrenalina, Pembrokeshire también es la meca del costeering, zambullirte en las aguas del mar saltando desde un acantilado.

Wye Valley & Forest of Dean © Adrian Houston

Gracias a sus aguas impolutas, la amabilidad de los aficionados y sus paisajes naturales, Gales es uno de los destinos preferidos de los amantes del surf. Sus olas atraen a profesionales de todo el mundo, pero a lo largo de su costa hay playas adecuadas para principiantes y escuelas dirigidas a todas las edades y niveles. LIangennith, en Gower (votada la mejor playa británica en 2013), Newgale y Whitesands en Pembrokeshire o Porthcawl en Glamorgan son playas perfectas para los que empiezan. La federación de surf galesa puede recomendar clases y alojamiento en cada zona. Para quienes ya se defienden con una tabla, buenas opciones son Port Neigwl en Gwynedd, norte de gales y Langland Bay en Gower. Cerca de la última está Caswell Bay, ideal para niños. En Freshwater West, Pembrokeshire, se celebra el campeonato de surf de Gales. Su paisaje es tan mágico que aparece en las dos últimas entregas cinematográficas de Harry Potter. La asociación ecológica TYF organiza vacaciones de surf en las aguas de Pembrokeshire. No muy lejos, en el café The Shed, Porthgain, se sirve fish and chips con pescado recién capturado.

Castillo Caernarfon © Lee Beel

En tantos kilómetros de costa no faltan los establecimientos costeros con estilo. Brown´s Hotel, el pub favorito de Dylan Thomas (poeta, escritor de cuentos y dramaturgo británico) ha vuelto a abrir como un hotel boutique y en el encantador pueblecito marinero de Aberaeron está Harbourmaster, donde se ha visto comer a Keira Knightly, Sienna MillerMatthew Rhys.


LA VIDA EN UNA GRANJA
Levantarse al alba, recoger huevos recién puestos para el desayuno, dar de comer a los animales, salir a montar a caballo y volver a cenar una de las especialidades de la zona. ¿Suena bien? Pues cualquier urbanita tiene el sueño rural a su alcance en un día cualquiera de las granjas-alojamiento que hay repartidas por la geografía galesa. En farmstay.co.uk hay un listado de todas las granjas en funcionamiento que abren sus puertas a familias.

Pescador en Ilechryd Cardigan © VisitBritain-Gales

Varias granjas y fincas solariegas han sido transformadas en centros gastronómicos de materia prima galesa. Entre ellas Bodnant Welshfood, con habitaciones, restaurante, salón de té y tienda donde venden entre otras cosas, flores comestibles. Rhug Estate es la finca de Lord Newborough, en el que se ha inaugurado un restaurante especializado en carne, Bison Grill, que sirve un Sunday Roast como mandan los cánones.


ESCAPADAS ROMÁNTICAS
Como destino para tortolitos, Gales cuenta con muchos puntos a su favor. Tiene su propio patrón de los enamorados, Saint Dwynwen, una gran colección de hoteles para recluirse y un precioso paisaje por el que pasear. Estas son algunas ideas para organizar una escapada romántica a la galesa:

Llangoed Hall

Portmeirion, un complejo de vacaciones en una península del norte de Gales con casas de colores, fuentes, frescos y jardines al estilo italiano. El excéntrico arquitecto Bertram Clough William-Ellis lo construyó entre 1925 y 1975 con el objetivo de traer la calidez del Mediterráneo a estas tierras norteñas. Con su obra demostró que un resort puede tener una estética refinada y a la vez respetar el medio que lo rodea. Cuenta con dos hoteles, que solían acoger a los viajeros del Orient Express y diecisiete villas de alquiler. Por allí han pasado Paul McCartney, Ingrid Berman, Frank Lloyd Wright y Gregory Peck entre otros.

Bala Lake and the Aran Hills in the Snowdonia National Park. © Lee Beel

Una de las aficiones favoritas de los poetas románticos era visitar ruinas. Aquellos que quieran seguir sus pasos tienen una visita obligada a Gales, una tierra repleta de castillos y monasterios abandonados. Turner pintó varias, como el Castillo de Careg Cennen en Cartmanshire, el priorato agustiniano de Llanthony en Brecon Beacon, la abadía cisterciana de Valle Crucis en Llangollen o la abadía gótica de Tinter en el valle del Wye. En el Bach Cottage no hay cobertura ni conexión, lo que se compensa con vistas al Wye Valley. Su ubicación permite explorar el impresionante valle haciendo senderismo, en bicicleta o de paseo a caballo. Otra opción menos integrada pero mucho más glamurosa sería Llangoed Hall, un hotel rural de lujo. El edificio, construido en 1632 tiene casi 7 hectáreas de jardines, un restaurante que sirve frutas y verduras de su huerto y una magnífica colección de arte que incluye obras de Whistler.

Black Mountains © Stephen Spraggon

La RAE define romántico como “sentimental, generoso y soñador”, y para soñar uno tiene que tener la actitud y el entorno adecuados (por lo menos durante un momento). Dormir en una casita en lo alto de un árbol, en un carromato cíngaro o en una cabaña de pastor ayuda mucho a soltar los amarres de la estresada rutina cotidiana. Las caravanas romanís situadas en un tranquilo rincón de las Black Mountains son auténticas reliquias de los años 40. ‘Gwdy Hw’ es una cabaña de árbol con terraza que está situada en un valle oculto, con un acceso mediante una impresionante escalera de madera, duchas de agua de lluvia (caliente) y camas fabricadas con ramas. Las cabañas de pastores de Snowdonia son acogedoras, con alfombras de pelo y mantas galesas, y están cerca del monte Snowdon que cuenta con la leyenda artúrica y más de 100 lagos donde bañarse.

Snowdon, Snowdonia, Gwynedd © Joe Cornish

CÓMO LLEGAR:

-El Aeropuerto Internacional de Cardiff (CWL) está situado a unos 19 km de Cardiff, por lo que tendremos varias vías de transporte con la ciudad: Trenes: Hay un autobús gratuito que lleva a los pasajeros desde la terminal hasta la estación ferroviaria, con trenes Intercity hacia varios destinos como Londres, y trenes regionales. Autobús: Desde la estación central de autobuses de Cardiff se realiza el trayecto hacia el aeropuerto cada 30 minutos de lunes a viernes y cada hora los sábados y domingos. Coche: Siguiendo la M4 de Londres y saliendo de la autovía por la salida 33, con la opción de alquilar un coche en el aeropuerto. Las aerolíneas que operan hasta Cardiff desde España son, entre otras: Air France, Klm, Air Lingus, Iberia, Air Europa, Alitalia, Swiss, British Airways, Lufthansa, Norwegian, Ryanair, Vueling Airlines, Monarch y Easy Jet.

-Desde Inglaterra: Hay dos rutas principales para llegar en tren hasta Gales. Una tiene su origen en Londres-Paddington y llega hasta Fishguard a lo largo de la costa sur de Gales, mientras que la segunda conecta Holyhead con Chester, en el noroeste de Inglaterra. La mejor forma de llegar a Gales es por la autopista M4 que va desde Londres hasta Newport, Cardiff y Swansea, casi hasta Carmarthen.

visitwales.es/

www.visitbritain.com/es/ES/

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