Hoy día 15 de marzo, se cumple un año del inicio del confinamiento en España y de las restricciones de movilidad que han marcado el año más difícil para el sector turístico a nivel global. Atrás han quedado los años de bonanza, con sucesivos récords de llegadas de turistas a España.
Los efectos de la tercera ola, con cierres perimetrales en todas las comunidades autónomas en España y el de los países europeos, han propiciado que en los tres primeros meses de 2021 la situación no cambie. La Semana Santa se da por perdida y con la vista puesta en la reapertura de fronteras del Reino Unido en mayo, el horizonte de la reactivación se sitúa en el verano.
En 2019 la contribución del turismo a la economía española se sitúo en el 12,4% del PIB, alcanzando los 154.487 millones de euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Exceltur apunta a que en 2020 el PIB turístico cayó hasta el 4,3%, es decir, más de ocho puntos, con un descenso de 55.393 millones de euros en los ingresos que revierten a España.
El desplome del turismo en España durante estos meses la ha situado en los mismos parámetros que en 1995, con una puesta en escena en varios actos. El primero de ellos comienza a partir del decreto de confinamiento del 14 de marzo, cuando las ventas de las empresas turísticas caen un 100% hasta junio. A partir de ese mes empieza la desescalada, en un contexto de poca movilidad internacional debido a las restricciones sobre todo desde agosto, que suponen un descenso de la actividad de hasta el 73,6% en septiembre. Entre octubre y diciembre, la caída de la actividad se sitúa en el 84%.
Las previsiones de Exceltur para el primer trimestre de 2021 apuntan a un descenso de la producción del 79%, que dada la continuidad de las restricciones apunta a ser incluso mayor. Así, la caída de la actividad directa e indirecta, que en el conjunto de 2020 fue de más de 106.000 millones, según Exceltur, se aproximará a los 120.000 millones en el primer año completo de pandemia, considerando el 14 de marzo como su inicio.
Los confinamientos y las restricciones tuvieron como resultado que en 2020 llegaran a España 64,5 millones de turistas menos: lo hicieron 19 millones, un 77,3% menos, y lejos de los casi 84 millones de 2019. Si se mantiene la tendencia de decrecimiento de llegadas de turistas de enero, cuando cayó el 89,5%, en febrero y marzo, se podrían perder, en el año móvil de la pandemia (marzo-marzo), en torno a 73 millones de turistas con respecto a 2019.
En cuanto al gasto turístico, de enero a diciembre los turistas que llegaron a España se dejaron 19.740 millones, un 78,5% menos. El último dato del INE corresponde a enero y señala , con 452 millones de gasto. Todo indica que la tendencia va a persistir por los cierres perimetrales más allá de Semana Santa, por lo que en el conjunto del primer año de pandemia el gasto podría caer alrededor de 80.000 millones con respecto a los más de 90.000 millones de 2019.
A estas cifras se suman las del empleo. Según datos de Turespaña en 2020 hubo una caída media de ocupados en turismo del 12,7% respecto a 2019 y un incremento de parados del 36%. La contracción en el empleo a lo largo de 2020 también se vio reflejada en la afiliación a la Seguridad Social, ya que en los meses posteriores al inicio de la pandemia se alcanzaron niveles similares a los de 2016. Las últimas cifras, de febrero de este año, apuntan a que el empleo en las ramas asociadas al turismo cayó un 46,3%, con más de 800.000 afectados por el parón de actividad -200.000 más que en enero-, de los que 529.000 están sujetos a Erte y 346.000 son demandantes de empleo.
