Ruta por los escenarios de “El silencio de la Ciudad Blanca”

“El silencio de la Ciudad Blanca”,” Los ritos del agua “ y “Los señores del tiempo” son las tres novelas de una trilogía escrita por Eva García Sáenz de Urturi, cuya trama se desarrolla principalmente en Vitoria-Gasteiz y el territorio de Álava.

El silencio de la Ciudad Blanca
Gaztelugatxe © Max van den Oetelaar

Leer sus novelas es acompañarla en un recorrido por los escenarios que, como ella misma reconoce, ha visitado mil veces “y seguiré haciéndolo, tocando las piedras, sentándome e imaginando cómo vivieron mis tatarabuelos en el Medievo”. Pero no solamente veremos lugares; sus novelas son el retrato de una sociedad, la alavesa, que como sus paisajes está cargada de contrastes. Su historia, su forma de vida, sus ritos y costumbres, su carácter… Sigue esta ruta, durante 6 etapas, para acompañar a “Kraken” a lo largo de sus investigaciones ante unos hechos capaces de poner patas arriba la apacible vida de una ciudad como Vitoria-Gasteiz y captar la atención de los medios internacionales.

 

Etapa 1: Vitoria-Gasteiz – Vitoria-Gasteiz

“El silencio de la Ciudad Blanca” tiene como epicentro Vitoria-Gasteiz, una ciudad entregada a sus costumbres -la novela arranca en plena celebración del “Día del Blusa y de la Neska”, preludio de las Fiestas de la Virgen Blanca– y que resulta muy cómoda para vivir. Prueba de ello son algunos de los pasajes de la novela de Eva García Sáenz de Urturi, en la que asistimos a los ‘rituales’ de sus protagonistas, que no son otros que los de cualquier habitante de Vitoria-Gasteiz: salir de pintxos, pasear por el Anillo Verde

La Catedral de Santa María o Catedral vieja, como la conoce Kraken y el resto de la ciudadanía de Vitoria-Gasteiz, es uno de los símbolos de la ciudad. «Restaurada y parcheada más veces que mi bici de niño», según señala el protagonista.

El Casco Antiguo de la ciudad, también conocido por su forma ovalada como Almendra medieval, se compone de calles que recuerdan a los oficios artesanos que se asentaban allí. «En Vitoria teníamos un recordatorio perenne de los oficios de nuestros tatarabuelos», resume Kraken.

El silencio de la Ciudad Blanca
Calle Correria (Hedegile Kalea), Vitoria

La Plaza de la Virgen Blanca es el centro neurálgico de Vitoria-Gasteiz y el lugar en el que vive el protagonista de “El silencio de la ciudad blanca”. Y el Anillo verde es un recorrido perimetral de 30 km que conecta 10 parques de la ciudad, que todo el mundo usa para “pasear, ir en bicicleta o hacer running”, explica el protagonista.

Etapa 2: Vitoria-Gasteiz – Lagrán

Partimos de Vitoria-Gasteiz hacia la Sierra de Cantabria o de Toloño, a cuya sombra se encuentra Villaverde, lugar en el que “Kraken” creció “mirando la pared de hayas, robles y avellanos” que se aprecia en las faldas de estas montañas. Es uno de los tres núcleos que integran el municipio de Lagrán.

El silencio de la Ciudad Blanca
Sierra de Cantabria

De camino, podremos detenernos en el Condado de Treviño para visitar su “famosa torre abandonada” o la enigmática ermita de San Vicentejo, “una pequeña maravilla románica”. Hay detalles que le recuerdan a Kraken dónde se encuentra cuando visita Villaverde: “el olor a pan de Bernedo que habían puesto a tostar en la rejilla del horno de leña”. Bernedo es un atractivo destino para los amantes de la naturaleza, en pleno Parque Natural de Izki. En Villaverde vive el abuelo de Kraken, que “a sus 94 años sigue empeñado en no jubilarse”. No en vano, en estas tierras, las labores tradicionales siguen muy vivas, gracias al empeño de sus gentes. En Pipaón, otro de los núcleos de Lagrán, existe el Museo Etnográfico Usatxi, en el que se pueden observar aperos y útiles de trabajo, así como objetos de la vida cotidiana y doméstica.

 

Etapa 3: Laguardia – Laguardia

Laguardia es una villa monumental por cuyas arterias corre el fruto de los mares de viñas que la rodean. Toda Laguardia está, de hecho, minada de bodegas subterráneas que cualquier visitante puede conocer gracias a las rutas que se organizan, acompañadas de catas de vino. Como el resto de Rioja Alavesa, es el destino ideal para hacer enoturismo y turismo gastronómico y aprovechar para perderse entre enormes extensiones de viñedos y olivos entre los que sobresalen villas medievales con recintos amurallados y mansiones solariegas.

El silencio de la Ciudad Blanca
Laguardia – Nikon D7100 – 718-105 f/3.5-5.6 (18mm, f3.5) – 1/800, ISO 200

El dolmen conocido como la Chabola de la Hechicera, uno de los escenarios de la “cronología de Álava”, se encuentra en la localidad de Elvillar y es un monumento megalítico funerario del Calcolítico. Se trata del más grande y mejor conservado de los dólmenes de la zona. En las excavaciones se encontraron numerosos objetos, además de restos humanos: hachas, trozos de cerámica y aros. En Álava encontramos otros de similares características como Sorginetxe o el Alto de la Huesera.

El Poblado celtíbero de La Hoya, el siguiente paso en la historia alavesa, guarda en su interior los restos de un poblado celtíbero cuyos orígenes se remontan al año 1200 a.C. y que estuvo habitado durante aproximadamente mil años. Descubierto en el año 1936 y excavado durante las décadas de los 70 y 80, cuenta actualmente con un museo en el que se guardan y muestran muchos de los objetos encontrados en este lugar: vasijas, platos, objetos de decoración.

Y el estanque celtibérico de la Barbacana es un ejemplar único en toda Europa. Fue construido hace 2.100 años en Laguardia con el fin de recoger y acumular hasta 300.000 litros de agua procedente de la zona alta del cerro sobre el que se sitúa Laguardia.

 

Etapa 4: Túnel de San Adrian – Cueva de Sandaili

El macizo de Aizkorri-Aratz era conocido antiguamente como la frontera de los malhechores por los continuos enfrentamientos y rapiñas que en esas montañas se daban entre los habitantes de Álava y Gipuzkoa. Es un paisaje de sierras calizas e interminables hayedos cuyos principales accesos se encuentran en la localidad alavesa de Araia y los municipios de Oñati y Zegama, ambos en Gipuzkoa. Sin duda, un lugar que hará las delicias de todas las personas que aman la naturaleza.

Túnel de San Adrián

Uno de los lugares más visitados del Parque es el Túnel de San Adrián, “un orificio natural por el que habían transitado los caminantes y viajeros desde la prehistoria y había sido durante siglos un paso del Camino de Santiago”, tal y como explica la autora a través de sus personajes.

En Oñati, encontramos otra ermita encastrada en la roca. Se trata de la cueva de Sandaili, conocida por sus “estalactitas que lloran agua” y por las canalizaciones que hacen que ésta se concentre en un pilón donde tenían lugar “ritos del agua”.

 

Etapa 5: Deba – San Juan de Gaztelugatxe

La costa vasca está llena de lugares cargados de magia, como se puede evidenciar leyendo a Eva García Sáenz de Urturi. Dos de esos lugares son el pueblo de Deba, al oeste de Gipuzkoa, y el islote y la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, escenario de piratas, aquelarres y leyendas y un lugar del que resulta imposible no enamorarse.

Deba © Miguel Angel Alvarez Alperi

En Deba, los protagonistas conocen la estremecedora leyenda de las tres olas. Hoy por hoy, las olas que más gente atraen a Deba son las surfeables, como Sorgin-Zulo, una de las más grandes de la costa vasca.

Deba © Gespubliz comunicación audiovisual

San Juan de Gaztelugatxe es uno de los paisajes más sobrecogedores de toda la cornisa cantábrica y donde los protagonistas de “El rito del agua” tocan tres veces la campana, como manda la tradición.

Etapa 6: Monte Gorbea – Valdegovía

El Parque Natural de Gorbeia se encuentra entre los territorios de Álava y Bizkaia y es el más extenso de todos los parques naturales de Euskadi. Cascadas naturales de caídas vertiginosas, roquedos kársticos, largas extensiones donde pasta el ganado y algunos de los bosques de hayas más impresionantes que se pueden encontrar hacen de este lugar un espacio de gran carga simbólica. El monte Gorbea o Gorbeia, con sus 1.481 m de altitud, destaca en el centro del parque. En su cima, “la cruz, que recordaba una pequeña Torre Eiffel de veinte metros, llevaba un siglo de pie y era una cima recurrente para los montañeros de todo el norte de la península”.

© Mikipons – Hayedo de Otzarreta, Gorbeia – Canon 50D – 10-20mm (14mm, f3.5) – 1/50, ISO 640

De ahí nos dirigiremos al sur, a Valdegovía, en la entrada a otro de los parques naturales de visita obligada, el Parque Natural de Valderejo, un espacioso valle cercado por empinadas laderas, entre las cuales se encuentra una de las joyas que atrae a miles de amantes del senderismo: el Desfiladero del río Purón.

turismo.euskadi.eus

https://www.revistamasviajes.com/fotos-de-ruta-por-los-escenarios-de-el-silencio-de-la-ciudad-blanca

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