Mercer Hoteles crece y nace Mercer Residences

Con seis establecimientos en explotación, en los dos próximos años Mercer Hoteles duplicará
sus alojamientos con cuatro nuevos hoteles en Córdoba, San Sebastián, Granada y Alella
(Barcelona) y dos establecimientos con apartamentos de lujo en Sevilla y Córdoba.

Mercer Hoteles

Apostando por enclaves con valor patrimonial y cultural, con el apoyo de grandes maestros de la
arquitectura y el diseño, Mercer Hoteles ha definido una nueva categoría de establecimientos de
cinco estrellas Gran Lujo, sofisticados y rabiosamente contemporáneos. Coincidiendo con el décimo
aniversario de Mercer Barcelona, la cadena hotelera se expande anunciando un crecimiento que
prevé duplicar el número de hoteles en tres años e incorporando a su porfolio la marca Mercer
Residences, apartamentos de lujo –también en edificios emblemáticos– con servicio de mayordomo
y el confort de una residencia privada.

Un edificio medieval en la muralla romana de Barcelona, una casa palacio en Sevilla, un palacete
modernista en la Cerdanya… La premisa de Mercer Hoteles es crear alojamientos en los que la
hospitalidad tiene como escenario edificios históricos, reformados por nombres míticos de la
arquitectura. Así encontramos proyectos con el sello de Rafael Moneo o Cruz y Ortiz junto al
interiorismo de Amanda Molina. Con un diseño ambicioso –sin ser pretencioso–, integran con
audacia diferentes épocas e inspiraciones –desde el modernismo a la vanguardia contemporánea,
pasando por el estilo escandinavo–. Un servicio sobresaliente y la gastronomía son los otros ejes del
proyecto.

Esta fórmula, inédita en nuestro país, se amplía con la apertura de nuevos establecimientos
y el nacimiento de la marca Mercer Residences en el porfolio de Mercer Hoteles. Se trata de
apartamentos de lujo, con las comodidades de una residencia privada y servicios de mayordomía,
cobertura de cama, housekeeping, lavandería, chef,… La primera, abrirá sus puertas en Sevilla en
2022 y, posteriormente, se abrirán en nuevos destinos.

“Nuestro plan de expansión pasa por duplicar el número actual de establecimientos de aquí a
2025”. Explica Pedro Molina, CEO y fundador de Mercer Hoteles. “Abriremos nuevos hoteles y
apartamentos de lujo en el corazón de varias capitales españolas como San Sebastián, Córdoba o
Granada, pero también en fincas singulares, donde crearemos experiencias en torno a la naturaleza
como en Alella, cerca de Barcelona”. El primer establecimiento de cinco estrellas Gran Lujo de la
cadena abrió en Barcelona en 2012, en el Barrio Gótico, donde ocupa un palacio medieval sobre
parte de la muralla romana. Fue rehabilitado con la sabiduría del premio Pritzker Rafael Moneo.

“Para nosotros, el verdadero lujo está en tres claves: Primero, el servicio, desde la conserjería –que
se convierte en el mejor compañero de viaje–, al personal –formado para no tener que decir ‘no’ y
ser un aliado del huésped–. La segunda clave es cómo están diseñados los espacios. Buscamos que
generen sensaciones. Se trata de cómo te hacen sentir más que de cómo son. Finalmente, tenemos
la alta gastronomía que, para nosotros, es una gran apuesta porque hace que la experiencia sea
única en cada destino y convierte nuestros hoteles en puntos de encuentro imprescindibles”,
desvela Molina.

El crecimiento de la compañía en estos años ha sido deliberadamente sostenible, con un modelo
de negocio no basado estrictamente en criterios económicos. “Los edificios históricos y bien
situados generan muchos dolores de cabeza porque requieren invertir y dedicarles tiempo, pero
yo no quiero tener un hotel sin alma, que no sea capaz de explicar su historia o que no pueda
conectar con la ciudad en la que está”, confiesa Molina. “Los huéspedes buscan hoy experiencias
enriquecedoras en los hoteles, que no se limiten a tener una cama cómoda o una cafetera en la
habitación. Buscan hoteles o apartamentos que les aporten algo desde el punto de vista de la
gastronomía o el arte, y nosotros entendimos este mensaje hace años.

Somos una empresa familiar y nuestro secreto es que hablamos de hospitalidad –un concepto que parecía olvidado pero que, para nosotros es el núcleo de nuestro trabajo– y de servicio –nos adelantamos a la competencia ofreciendo valores añadidos que por entonces no ofrecían los demás–. Esto, y cuidar cada pequeño detalle, nos ha permitido tener una base de clientes fiel y fuerte”.

“Ahora que las grandes cadenas internacionales están desembarcando en nuestro país con sus
marcas de alta gama, Mercer Hoteles demuestra que hay una forma ‘ibérica’ de recibir y agasajar
en establecimientos pequeños, donde la personalización de la experiencia es el signo de nuestra
excelencia”, destaca Molina.

 

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