El Gobierno español estudiará en breve plazo la modificación de la Ley de Viajes Combinados, una normativa muy negativa para las agencias de viajes minoristas.
El problema básico denunciando todas y cada una de las empresas del sector, es que hace recaer toda la responsabilidad sobre el eslabón más de las agencias de viajes, cuando la responsabilidad máxima ante cualquier reclamación por servicios, etc, debería recaer sobre los tour operadores, compañías aéreas y compañías aéreas.
Maroto, ministra de turismo, tiene previsto introducir cambios en la responsabilidad solidaria entre mayoristas y minoristas, rebajando las exigencias impuestas a las segundas.
La Ley de Viajes Combinados entró en vigor el 28 de diciembre de 2018. Con ella España se adaptó a los cambios introducidos por la Unión Europea en la Directiva de Viajes Combinados y Servicios de Viaje Vinculados. Aunque desde antes de su aprobación el sector de agencias ya mostró su oposición frontal a algunos de los puntos que incluye, la crisis del Covid-19 ha evidenciado que contiene obligaciones imposibles de cumplir.
Y es que, pese a la irrisoria remuneración que perciben las minoristas, se les obliga a devolver a sus clientes hasta el último céntimo de los viajes combinados contratados, obviando que la gran mayoría de los proveedores no están reembolsando el dinero para no ahondar más una crisis de liquidez de magnitudes nunca antes vistas, y la denuncias de los clientes recaen sobre las pobres agencias de viajes, cuando los reembolsos por ejemplo están en poder de las compañías aéreas, y del resto de los distintos prestatarios de servicios turísticos.
