La administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, planea promulgar reglas más estrictas para todos los viajeros que lleguen al país. Esto incluye a los estadounidenses que regresan y tiene el objetivo de frenar una posible propagación de la nueva variante de la COVID-19, Ómicron.
Las medidas serán anunciadas hoy y podrían incluir cuarentenas a quienes lleguen desde el extranjero, según la recomendación de las autoridades sanitarias.
Estados Unidos exigirá a todas las personas que ingresen a su territorio un test un día antes de abordar su vuelo, independientemente de su estado de vacunación o país de salida.
Además, los viajeros podrían volver a ser examinados dentro de los tres a cinco días posteriores a su llegada, según información ofrecida por tres funcionarios federales de salud a The Washington Post.
Como parte del plan, el Gobierno de Biden obligará a todos los visitantes, incluyendo los ciudadanos estadounidenses, a que se pongan en cuarentena durante siete días incluso si los resultados de sus pruebas del coronavirus son negativos.
En caso de que los viajeros no cumplan con las nuevas normativas, estarán sujetos a multas y sanciones, según un borrador de la orden redactada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. al que tuvo acceso el diario.
En estos momentos, la entrada al país norteño requiere pruebas de coronavirus antes de la salida para los viajeros aéreos vacunados y no vacunados, pero es más estricto con los que no han recibido vacunas.
El equipo de respuesta contra la pandemia del Gobierno de Estados Unidos admitió el martes que pasarán semanas, al menos entre dos y cuatro, hasta contar con información suficiente sobre la nueva variante de la COVID-19, su capacidad de transmisión o su agresividad.