Cuidar la salud física y mental: consejos para vivir más y mejor

Tener una buena salud física no solo mejora nuestro día a día, sino que también previene enfermedades. Estas son algunos consejos que los expertos nos dan para conseguirlo:

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1. Hacer ejercicio y mantenernos en movimiento

Realizar actividad física de manera regular es esencial para mantener la vitalidad. La práctica habitual de ejercicios aeróbicos, como caminar, correr o nadar, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y aporta bienestar general. Además, conviene incorporar ejercicios de estiramiento y actividades que promuevan la flexibilidad, lo que nos permitirá mejorar la movilidad articular y muscular. Practicar rutinas de yoga o pilates favorece la elasticidad de los músculos y reduce el riesgo de lesiones, mejorando nuestra coordinación y el equilibrio. Sin olvidarnos también de practicar ejercicios de fuerza para mantener, o aumentar, nuestra masa muscular.

2. Llevar una alimentación saludable

Una dieta mediterránea basada en el consumo de frutas, verduras, pescado y legumbres nos aportará los nutrientes necesarios para mantenernos sanos. También podemos incorporar complementos alimenticios que nos permitan equilibrar la dieta y alimentos eco e integrales, que son beneficiosos para nuestro organismo. Tenemos que desterrar de nuestra dieta el consumo de alimentos ultraprocesados y de alimentos ricos en azúcar y grasas saturadas.

3. Mantener una hidratación constante

Consumir la cantidad adecuada de agua durante el día ayuda a regular la temperatura corporal, facilita la digestión y asegura que cada célula reciba los nutrientes necesarios para un funcionamiento óptimo. Además, hoy se sabe que es fundamental para el equilibrio de la microbiota intestinal y para el buen estado de la inmunidad local a dicho nivel.

4. Descansar lo suficiente

Un sueño de calidad es importante para la recuperación física y mental. Establecer una rutina nocturna, crear un ambiente propicio para el descanso y evitar utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir nos ayudarán a conciliar el sueño. Si no dormimos bien, podemos tomar algún remedio natural a base de plantas como tila o melisa.

5. Realizar chequeos preventivos

La prevención es el mejor aliado de la salud. Realizar visitas periódicas al médico, y someterse a los análisis y las pruebas de detección temprana que estime oportuno permite identificar a tiempo cualquier problema, evitando complicaciones mayores en el futuro.

6. Eliminar las sustancias tóxicas

Reducir o eliminar el consumo de sustancias dañinas, como el tabaco o el alcohol, es esencial para prevenir enfermedades crónicas.

7. Darse masajes

Dedicar tiempo a la relajación a través de los masajes nos permite aliviar tensiones acumuladas, además de reducir los dolores musculares. También facilitan la recuperación tras esfuerzos intensos.

8. Gestionar nuestro peso

El control del peso a través de una combinación de dieta equilibrada y actividad física regular reduce la carga sobre las articulaciones y aumenta nuestra energía diaria, además de prevenir muchos problemas de salud. Podemos apoyarnos también en complementos naturales para lograr el peso más adecuado en función de nuestras condiciones físicas.

Cómo debemos cuidar nuestra salud mental

El bienestar mental es tan importante como el físico. El equilibrio se consigue prestando atención a nuestras emociones, poniendo en práctica estrategias para gestionar el estrés y buscando ayuda cuando es preciso. Estas son algunas de las técnicas que los expertos de noVadiet apuntan como ayuda al cuidado de la salud mental:

Meditación y mindfulness

Practicar técnicas de meditación y mindfulness ayudan a centrar la atención en el momento presente, reduciendo la ansiedad y el estrés. Estos métodos, además, permiten gestionar de forma más efectiva las emociones y tener más autocontrol.

Actividad artística

Canalizar las emociones a través del arte, la música, la escritura o cualquier forma de expresión creativa es una excelente manera de liberar tensiones. La actividad artística ofrece un espacio seguro para externalizar sentimientos y sentirnos más relajados.

Red de apoyo social

La interacción social, el compartir experiencias y recibir apoyo de nuestros familiares y amigos en momentos difíciles fortalece el sentimiento de pertenencia y reduce la sensación de aislamiento.

Asesoramiento profesional

Buscar la ayuda de profesionales de la salud mental es fundamental en determinadas etapas o momentos de nuestra vida. La terapia brinda herramientas para identificar y modificar patrones negativos, además de ofrecer un espacio de escucha y orientación que facilita el proceso de sanación y el crecimiento personal.

Autoconocimiento e introspección

Llevar un diario personal nos permitirá conocer en profundidad nuestras propias emociones. Esta práctica fomenta el autoconocimiento, nos ayuda a identificar áreas de mejora y a establecer estrategias para enfrentar los contratiempos de una manera más consciente y positiva.

Descanso digital

Reducir el tiempo que pasamos frente a las pantallas y realizar periodos de desconexión periódicos permite descansar la mente al disminuir la sobrecarga de información.

Equilibrar el trabajo y vida personal

Lograr una adecuada conciliación entre las responsabilidades laborales y el tiempo dedicado a la familia y al ocio es clave para prevenir el agotamiento y el estrés. Además, con una buena administración del tiempo podremos aprovechar el día de forma más productiva. Para ello, podemos establecer rutinas diarias, utilizar apps de planificación y priorizar tareas, lo que nos ayudará a disfrutar de una vida más ordenada.

Límites emocionales

Saber decir no, priorizar el propio bienestar y gestionar las expectativas en las relaciones interpersonales contribuye a evitar el agotamiento emocional.

Participación en actividades culturales y aprendizaje continuo

Involucrarse en actividades culturales, como asistir a exposiciones, cine, conciertos u obras de teatro estimula la mente y enriquece la vida interior. Estas experiencias ayudan a ampliar los horizontes y son una fuente de inspiración. Además, nunca hay que dejar de aprender, ya sea a través de cursos o talleres, lo que nos permitirá estimular la mente y mantener una actitud de mejora constante.

Labores de voluntariado

Participar activamente en actividades comunitarias enriquece la experiencia vital, refuerza el sentimiento de pertenencia y genera una satisfacción profunda que trasciende lo personal.

Ejercicios de respiración consciente

Practicar ejercicios de respiración consciente, como la respiración diafragmática, ayuda a regular el sistema nervioso y a reducir la ansiedad. Estos simples ejercicios, que pueden realizarse en cualquier momento del día, tienen un efecto calmante inmediato.

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