Si la decisión de celebrar el año pasado la edición correspondiente del Festival de Cine de Málaga en agosto entrañó un órdago pionero, que demostró la posibilidad de desarrollar actividades culturales seguras tras los estragos de la pandemia y que abrió el camino a que otros certámenes similares adoptaran las medidas adoptadas para sus respectivas ediciones, la puesta de largo de la 24 edición en este 2021 parecía inclinarse a una mayor normalidad hasta cierto punto consecuente.
Leer más