Lanzarote, un destino de ensueño

La isla de Lanzarote ofrece unas playas paradisíacas que pueden disfrutarse prácticamente todo el año, unos increíbles paisajes naturales y unos pueblos de gran belleza en los que destaca una arquitectura muy característica.

Lanzarote

Si a todo esto añadimos las excelentes posibilidades de alojamiento en Lanzarote, un clima privilegiado y la hospitalidad de sus gentes, podemos entender por qué la isla se ha convertido en uno de los destinos turísticos más codiciados.

Unas playas y calas maravillosas

Aguas prodigiosas de color azul turquesa, arena fina de un dorado que parece coloreado a conciencia por el sol, extensiones infinitas… todo eso y mucho más ofrecen las playas de Lanzarote, que también es pródiga en calas preciosas, cuyos suelos volcánicos les confieren un rasgo distintivo que no se puede encontrar en ningún otro sitio.

La oferta de lugares ideales para zambullirse en el agua y dejarse mecer por el sol es tan amplia que cuesta decidirse, aunque destacan especialmente playas como Las Caletas, Montaña Amarilla, Playa Blanca, Playa Dorada, Playa Flamingo, Playa Grande, Playa Chica, Playa de Famara y las Playas de Papagayo.

Todas ellas, además deparan la oportunidad de bañarse en aguas atlánticas prácticamente en cualquier estación del año, gracias a una temperatura que se sitúa en torno a los 19,5 °C de media anual. Además, muchas de las playas ofrecen la posibilidad de realizar desde atractivas excursiones marítimas, hasta una gran variedad de deportes náuticos.

Unos pueblos de postal

Otro de los grandes atractivos de Lanzarote es la gran belleza de sus pueblos, que brindan prodigios como arenas negras, relucientes casas blancas y pintorescos balcones. Asimismo, se trata de unas poblaciones que están rodeadas de increíbles entornos naturales, conformando el conjunto de arquitectura y naturaleza unos paisajes que cautivan la vista.

De ahí, las interesantes posibilidades que tienen los visitantes para hace excursiones en Lanzarote, en las que adentrarse en el corazón de la isla y descubrir todos sus encantos.

Además, la lista de pueblos que merece mucho la pena visitar es casi inabarcable, ya que en ella habrían de estar Punta Mujeres, Yaiza, Teguise, Caleta de Famara, Haría, Arrieta… y  sin olvidarnos tampoco de los atractivos que brinda Arrecife, la capital de la isla.

Una arquitectura con una huella propia

Si hay un rasgo distintivo de Lanzarote, ese es su arquitectura de casas blancas, perfectamente imbricadas con la naturaleza. De hecho, la isla carece de esas grandes construcciones características de los lugares turísticos masificados, y a cambio tiene un urbanismo que está en plena sintonía con un modelo más amable, que atrae a los visitantes que buscan vivir experiencias gratificantes sustentadas en el disfrute de la naturaleza.

Por eso, Lanzarote siempre ha tenido también un magnetismo muy especial para los artistas más devotos del paisaje, que encuentran su mejor fuente de inspiración en la naturaleza, los rincones de costa y la luz característica de la isla.

Precisamente en Lanzarote se pueden encontrar las obras de un pintor y escultor como César Manrique, que legó una creación artística en la que el arte y la naturaleza se funden de un modo único.

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