La celebración del año nuevo lunar en Vietnam

Visitar Vietnam, en cualquier época del año, puede representar para el visitante, un acontecimiento importante. Pero si el viaje coincide con la celebración del TET, sin ninguna duda, esa estancia se convertirá en una experiencia inolvidable.

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En la cultura vietnamita, como sucede en general en otras culturas asiáticas, las creencias, los símbolos, las costumbres, marcan de forma significativa la vida de las personas. Aquí, nada es porque sí…cada una de las cosas que se hacen, los objetos que se utilizan, las palabras que se dicen…todo tiene un significado, más allá de la simple apariencia. Y esto es algo que adquiere mayor significación si cabe, en la celebración más relevante para los vietnamitas: el TET, el Año Nuevo Lunar.

TET NGUYEN DAN (que en su traducción más literaria, quiere decir la primera mañana del primer día del primer ciclo lunar) es también conocido en su forma abreviada como TET, una versión local del Año Nuevo Lunar, originario de China. Y en Vietnam, como sucede en el resto de países de Asia que han incorporado esta fiesta a su calendario, se han sumado rituales y celebraciones que responden a su historia, su cultura y sus costumbres.

La fecha del Año Nuevo Vietnamita, al regirse por el calendario lunar, varía de un año a otro. Tiene lugar en el período que va de los últimos diez días de enero a los primeros veinte días de febrero, entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera.

Los preparativos del TET

En muchos pueblos y ciudades se inician con un mes de antelación. Según la leyenda, en la noche del día 23 del último mes del calendario lunar (es decir, 7 días antes del TET), el Dios de la cocina, Ong Tao, regresa al Palacio de los Cielos. Su misión es presentar un informe sobre cada familia al Emperador de Jade. Dicho informe determina el futuro de la familia durante el próximo año, de ahí que todas se afanen en agasajar como se merece a Ong Tao.

Los siete días siguientes a la partida del Dios de la Cocina, reciben el nombre de “TET Nien” que, literalmente quiere decir “para extinguir el año”. Son días para la finalización de las actividades escolares o del trabajo, pero que también se aprovechan para rendir homenaje a los antepasados, algo que forma parte de la cultura asiática. Visitan y limpian las tumbas y altares, queman incienso y colocan flores y frutas de cinco clases, honrando su recuerdo y como muestra de respeto.

La limpieza de la casa es otra de las claves de estos días de preparación ya que creen que así se eliminará la mala fortuna asociada al año que termina.

La cocina es también un aspecto fundamental de estas fiestas. Las tareas domésticas se suspenden durante los tres primeros días del TET, así que con antelación al primer día del año, se preparan alimentos en cantidad suficiente.

Estos días previos también se aprovechan para liquidar asuntos pendientes: resolver diferencias con familiares y amigos, pagar deudas… es una especie de volver a empezar y conviene estar en el estado más puro posible.

Para los vietnamitas, lo que se haga en el amanecer del TET determinará como será el nuevo año para cada persona. Es por ello que intentan mostrar lo mejor de sí mismos, comportándose de la forma más exquisita posible con todos.

No obstante, donde se respira y se vive la fiesta en toda su magnitud es en las calles. El visitante que por primera vez coincida con esta celebración – especialmente en las grandes ciudades- se encontrará con un espectáculo continuo. Las calles abarrotadas de vendedores y compradores. Frutas frescas para las ofrendas, plantas, ramas floridas, pequeños árboles y todo tipo de elementos decorativos, dan vida a pueblos y ciudades.

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La decoración de la casa: flores y plantas

Las flores y plantas ocupan el lugar más importante en la decoración de estas fiestas. Las plantas que mayoritariamente se utilizan son el naranjo chino de fruto redondo (kumquat) junto con las ramas de melocotonero florido (Hoa Dao) en el norte y zona central, mientras que en el sur prefieren la conocida popularmente como planta de Micky Mouse (Ochna Integerrima, Hoa Mai en vietnamita).

El motivo principal de la elección de estos árboles, ramas o plantas, está en los colores de sus flores. Los vietnamitas, al igual que otros pueblos de Asia, creen que los colores rojo y amarillo son símbolos de buena fortuna y, en consecuencia, no pueden faltar en unas fechas tan importantes para ellos.

Pero no son éstas las únicas plantas que adornan las casas en las fiestas. Crisantemos, caléndulas, flor de Mao Ga, narcisos, lavanda,…e incluso bonsais, conforman una larga lista que en el TET llenan calles y casas en una explosión de color y alegría difícilmente comparable con otros lugares del globo.

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El árbol de año nuevo (Cây Neu)

En realidad no es un árbol tal como lo entendemos en Occidente. Se trata de un tallo de bambú, con una longitud de cuatro a seis metros aproximadamente, al que se han quitado las hojas, excepto las de la corona y decorado, en la parte superior, con papeles rojos y objetos que consideran mágicos. Uno de los adornos es, en ocasiones, el símbolo del Yin y el Yang (representación de las dos principales fuerzas del universo), pero con frecuencia ese símbolo es sustituido por una bandera de papel con el dibujo de una pequeña carpa, dentro de un marco de bambú (en la creencia vietnamita, la carpa es el vehículo que utilizó el Dios de la cocina para viajar al cielo).

Bajo el marco con la carpa, hay cirios y algunas ramas espinosas, para ahuyentar a los malos espíritus. Es también práctica habitual, colocar campanitas hechas con barro cocido, que ofrecen un suave tintineo cuando el Cây Neu es mecido por el viento, además de una pequeña lámpara de queroseno que encienden por la noche.

Este árbol marca el camino para que los espíritus vuelvan del otro mundo durante estos días y disfruten también de la celebración del año nuevo.

La víspera del TET (Nochevieja vietnamita)

Existen 12 animales sagrados (según el zodíaco chino) que controlan todos los asuntos de la tierra. Giao Thua (la víspera del año nuevo) es el momento en el que el animal sagrado que ha representado y controlado el año que termina, entrega el mando al que le corresponderá durante el nuevo año. Es también el momento en el que el Dios de la cocina regresa después de haber informado al Emperador de Jade, sobre cada una de las familias.

Hasta aquí, la leyenda, pero el momento cumbre se produce cuando el reloj marca las 12 de la noche. En ese instante comienza la ceremonia del Giao Thua. En los templos budistas se cantan oraciones, en las casas, las familias reunidas para la celebración, se felicitan el nuevo año y en las calles y plazas, las personas que se unen a las fiestas populares, también intercambian deseos de fortuna y prosperidad para el nuevo año.

Giao Thua es en Vietnam, el momento más sagrado y más importante del año. Por lo tanto, es fundamental acertar con la elección de la persona a la que se ofrecerá el primer saludo. Creen los vietnamitas que si esa persona tiene una buena aura (alguien muy respetado, bien educado, exitoso,…) la familia tendrá suerte y buena fortuna durante todo el año.

Pero también serán determinantes, cada una de las acciones que tengan lugar ese día.

TET y los días siguientes

El día de Año Nuevo es en cierto modo, volver a nacer, un nuevo comienzo, que se celebra con la misma emoción por parte de niños y mayores. Ropas nuevas y ánimos renovados son las principales características en las familias que se reúnen para celebrar el día más significativo y valioso de la cultura vietnamita.

El primer saludo del año 

Como ya hemos explicado, los vietnamitas creen que el primer visitante que recibe una familia en el año determina su fortuna para todo el año. Esta creencia es clave en la costumbre de que nadie entra en una casa el primer día del año sin haber sido invitado previamente. Como también lo es que en algunas familias el dueño de la casa salga de ella, pocos minutos antes de la medianoche y entre de nuevo al filo de la medianoche, para evitar que una persona inadecuada sea la primera del año.

Las ofrendas a los antepasados

Esta ceremonia tiene lugar el día de Año Nuevo, antes del mediodía. Le corresponde hacerla al cabeza de familia, que debe cumplir con todo el ritual que establece la costumbre: ofrecer comida cocinada, pasteles, frutas, vino y quemar incienso. No es sólo una muestra de homenaje y reverencia a los difuntos, sino también la invitación a las almas de los ancestros para unirse a la familia, en esta celebración. No hay que olvidar que el culto a los antepasados es parte esencial de la cultura vietnamita.

En la ofrenda destaca un elemento por su simbología: el plato de las cinco frutas. Se coloca en el altar y debe contener entre 5 y 8 tipos de frutas diferentes.

El Li xi

Una parte de la fiesta es especialmente esperada por los niños. El momento en el que reciben de los mayores un sobre rojo que contiene pequeñas cantidades de dinero. Es el Li xi, para los del sur y Tien Mung tuoi, para los del norte: el dinero de la suerte, junto con el cual les dedican frases y consejos, animándoles a que cumplan con sus deberes escolares, obedezcan a sus padres y se comporten bien con los demás. A su vez, los niños dedicarán a los mayores sus mejores frases, deseándoles una larga vida.

Es esta una costumbre que viene de épocas remotas. Los sobres rojos simbolizan la suerte y la riqueza, pero también representan el secreto y la privacidad para evitar comparaciones, ya que los adultos desean que los niños consideren el dinero como un regalo de año nuevo y no estén celosos de haber recibido menos que otros niños.

Las visitas a parientes y amigos

Es otra de las actividades clave durante el TET. El orden de las visitas, depende de la vinculación familiar, el tipo de relación o estatus social.

La primera mañana del TET se celebra normalmente entre los miembros de la familia más próxima (que puede incluir a los padres del marido), a la que se puede añadir invitados de renombre o de estatus social respetado o de prestigio, cuya presencia puede traer suerte al hogar. El segundo día del TET es costumbre dedicarlo a visitar a la familia de la esposa y otros familiares más lejanos. Y por último, el tercer día se visitan amigos, jefes, compañeros de trabajo o profesores. Este es también el día en que los espíritus de los antepasados regresan al cielo y las familias ofrecen regalos a sus familiares fallecidos (dinero, prendas de vestir, automóviles,…) mediante la quema de la representación en papel de tales objetos.

La comida de Año Nuevo

La cocina vietnamita, ya de por sí rica y variada, ocupa en estas fechas un lugar relevante. Como ya hemos comentado, los preparativos que hacen referencia a la cocina se hacen varios días antes del TET.

Algunos platos que se suelen consumir son, especialmente en el norte, el Banh Chung (pastel de arroz glutinoso) que se compone de arroz glutinoso, carne de cerdo y judías verdes. Cada una de las porciones se envuelve en una hoja llamada Dong. De este tradicional plato, existen múltiples variantes en función de la región, religión y gustos. El Banh Chung es uno de los alimentos que se colocan en los altares de los antepasados durante las fiestas del TET.

Hasta hace pocos años, todas las familias preparaban el Banh Chung. Colocados alrededor del fuego, era un momento que los padres aprovechaban para contar historias y leyendas de la cultura vietnamita. Actualmente, aunque en los pueblos se sigue preparando, en las ciudades se ha ido dejando. La falta de tiempo hace que muchos prefieran comprarlo preparado.
Pero son más los platos que se cocinan para estas fechas: manitas de cerdo guisadas con brotes de bambú, salteado de almendras, ensalada de papaya, salchicha vietnamita, pudin de brotes de soja… Bocas del Toro. En el sur, más cálido, la cocina adquiere un toque tropical. Utilizan más el coco, la leche y el aceite.

Un ejemplo muy particular: la salchicha gigante del hotel Yasaka Saigon

En Nah Tranh, una ciudad costera y muy turística, tiene lugar una de las celebraciones más pintorescas del TET: la preparación de un singular pastel de carne, con forma de salchicha gigante, que cada año supera al anterior en un metro más de longitud. En concreto, en 2013 alcanzó los 38 metros de largo. El macropastel, se prepara durante la mañana del segundo día del TET y a las cinco de la tarde es transportado.

Ante la expectación del público, la gran salchicha se coloca en el lugar preparado para cocerla. A las seis de la tarde del día siguiente, se corta y se vende. El dinero que se recauda, se destina íntegramente al fondo local de los pobres.

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El TET en Ciudad Ho Chi Minh: tradición y modernidad

Si todo el país es una verdadera explosión de alegría durante estas fiestas, Ciudad Ho Chi Minh (antigua Saigón) es tal vez la expresión más representativa de esta tradición. A la simpatía natural de los vietnamitas se une el valor añadido de su posición geográfica: es una ciudad tropical. Y esto es algo que favorece la celebración en las calles.

Por otra parte, esta urbe es famosa por el impresionante montaje que año tras año se extiende a lo largo de la avenida Nguyen Hue, en el centro de la ciudad. Una indescriptible muestra de creatividad, color, luz y belleza que puede ser admirada durante seis días, por miles y miles de personas. En sus composiciones las flores y plantas de todo tipo representan la base de cada uno de los montajes, siempre sabiamente combinadas con otros elementos (agua, luces, madera y utensilios diversos).

Vietnamitas y visitantes aprovechan para fotografiarse en un inacabable concierto de clics y flashes, teniendo de fondo la más impresionante manifestación de las fiestas del TET.

Texto y fotos: Julián Guisado

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