La edificación sagrada es una de las visitas imprescindibles del país mediterráneo y cada año se congregan allí millones de personas.
Madrid, septiembre de 2019 –. Existen famosos y numerosos iconos turísticos que cada día atraen a miles de personas. Los visitantes muestran interés en estos lugares por ser los monumentos más famosos y emblemáticos del país, convirtiéndose, así, en una vista indispensable de cualquier itinerario viajero.
Israel tiene en el Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén, su icono más global. Este monumento sagrado es parte de la pared occidental de contención que resistió a la destrucción del Segundo Templo (516 a.C.-70 d.C.), que fue el lugar más sacro para el pueblo judío. En la actualidad, recibe millones de visitas al año.
Con una historia milenaria, esta construcción emblemática tiene algunas curiosidades que la hacen aún más ilustre:
- El significado de Muro de las Lamentaciones hace referencia al hábito del pueblo judío de lamentarse por la destrucción de su espacio sagrado, el Templo. También es conocido por su nombre en hebreo, Kotel, que significa Muro. Por este último nombre y en inglés, en Jerusalén hay señales con el apelativo de Western Wall para indicar el camino hacia uno de los espacios más importantes de Tierra Santa.Otra de las denominaciones más significativas que recibe es la de Muro de los Pobres, ya que la creencia popular dice que lo construyeron los más desamparados con gran esfuerzo. Esta misma convicción también explica que cuando los romanos destruyeron el Templo, esta parte se mantuvo gracias a la intervención divina de los ángeles, que impidieron que una construcción alzada con tanto sacrificio fuera devastada.
- En una visita al Muro de las Lamentaciones, es tradición introducir un pequeño papel entre sus piedras con una oración, plegaria o deseo. Una vez allí, son considerados objetos sagrados y según el reglamento religioso, no pueden ser destruidos.Es por eso que dos veces al año se realiza una limpieza oficial de papeles, que posteriormente se entierran en el monte de los Olivos de Jerusalén. El muro siempre se limpia antes de Rosh Hashaná (Año Nuevo Judío) y Pésaj, día que conmemora la liberación del pueblo hebreo como esclavos de Egipto; dos festividades importantes en el judaísmo.
- Actualmente, se sabe que el Muro de las Lamentaciones se extiende hasta 488 metros de largo. De estos, tan solo un 12% (60 metros) son visibles, ya que gran parte de su extensión está enterrada bajo el barrio musulmán de la ciudad. Es por eso que además de visitar la parte del muro ‘exterior’, también existe la opción de adentrarse en la Jerusalén subterránea, que ofrece otra óptica. Unos túneles que se extienden bajo tierra y permiten conocer más detalles sobre la historia y la arqueología que rodeaban la zona del Templo.
- Este muro sagrado congrega varios puntos interesantes en materia arquitectónica, como es el caso del Arco de Wilson. Antes formaba parte de un gran puente que unía ambas laderas de la explanada donde estaba ubicado el Templo; hoy, es la única construcción visible y bien conservada de lo que fue la edificación más sagrada de los judíos. En la zona se desarrollan trabajos arqueológicos para encontrar nuevas evidencias de la vida milenaria Jerusalén.
- En los túneles del Muro de las Lamentaciones se cree que hay una de las piedras más grandes que hasta día de hoy se han utilizado en el sector de la construcción. Se trata de prácticamente una pieza que pesa 500 toneladas y mide más de 12 metros de largo y 3,4 de alto.