Un paraíso de playas, fauna endémica y vegetación tropical. Casi desconocido para el mundo al inicio de este milenio, despunta ya como un destino para turismo Premium.
Una sorprendente mezcla de paisajes virginales y playas azules al nordeste de la costa de la central provincia cubana de Villa Clara aguarda a visitantes de todas partes. Es un collar de islotes que serpentean en un mar de tonos verde y azul, muy próximos a una de las barreras coralinas más grandes del mundo y a unos 300 km al este de La Habana.
Sus más preciadas joyas son los cayos Las Brujas, Ensenachos y Santa María, un refugio de naturaleza de 77.844 hectáreas, que representan diferentes experiencias de viaje y sobresalen por su exuberante vegetación, rica variedad de fauna endémica y playas de nacarada arena y aguas cristalinas azul turquesa, ideales para deportes náuticos.
La extraordinaria belleza del lugar deslumbró a Ernest Hemingway, premio Nóbel de Literatura, asiduo visitante de esas aguas, e inspiró las famosas marinas del pintor cubano Leopoldo Romañach, uno de los grandes maestros cubanos de las artes plásticas de los siglos XIX y XX, quien utilizó como atalaya la cubierta del buque San Pascual, una reliquia naval varada en las cercanías.
Exótico, novedoso y diferente
La cayería del nordeste villaclareño forma parte geográficamente de Jardines del Rey, el mayor de los archipiélagos que rodean a la isla de Cuba, y se extiende a lo largo de 465 km del litoral norte de la parte central del país.
Como destino, es diferente y novedoso, en virtud del lujo de su naturaleza, hoteles de alta categoría, variadas opciones recreativas y un desarrollo turístico integral y en plena armonía con el entorno de tan idílicos parajes.
Los Cayos de Villa Clara acogen algunos de los parajes más exóticos e irrepetibles del Caribe, que parecen solo creados por la naturaleza para deleitar el espíritu y extasiar la imaginación. Este remanso de paz y tranquilidad semeja una postal del paraíso.
Playas casi vírgenes de blanca arena, infinita vegetación, sitios de leyendas, refugio de una singular biodiversidad, escenario de correrías de corsarios y piratas… los Cayos de Villa Clara, que transpiran a la vez una sensación de calma y aventura, permanecieron ocultos al turismo internacional hasta el despertar del nuevo milenio, pues durante siglos sus únicos visitantes fueron corsarios, traficantes y gente de mal vivir que se escondía allí para que el mundo se olvidara de ellos.
Exclusivos hoteles de primera
En 1999 fue inaugurada la primera instalación hotelera del destino: Villa Las Brujas, en el cayo de igual nombre, que también acoge una pista aérea para aeronaves de mediano y pequeño porte, y actualmente recibe diariamente vuelos regulares de Aerogaviota desde La Habana.
Villa Las Brujas es uno de los hoteles más pintorescos de Cuba, cuyas cabañas, todas de madera y techos de tejas rojas, se erigen sobre un promontorio de rocas y junto a una seductora playa.
Fue dos años después de que comenzara el verdadero lanzamiento de los Cayos de Villa Clara al turismo internacional cuando en diciembre de 2001 abrió el hotel Sol Cayo Santa María en el islote de igual nombre. Desde entonces continúa creciendo la infraestructura de los Cayos de Villa Clara con una planta hotelera de primera, gestionada por reconocidas cadenas españolas, como Meliá Hotels Internacional, Iberostar, Valentín Hoteles, Blue Diamond y Eurostars.
En todos los casos se trata de construcciones bajas, decoradas con elementos naturales propios del lugar y con un diseño arquitectónico que respeta y se integra al paisaje, por lo que están alejadas de la duna de playa y los núcleos de poblaciones endémicas de la zona, en aras de preservar la flora y la fauna.
Son hoteles que resaltan por su oferta en Todo Incluido, con amplio repertorio de restaurantes especializados, servicios y facilidades, entre las que figuran modernos spas para renovar fuerzas y revitalizar el alma rodeados por el entorno paradisíaco de los Cayos de Villa Clara, que se dota así de un inigualable valor añadido que lo singulariza como destino.
Quienes elijan este destino para sus vacaciones en Cuba tienen a su disposición unas 7.729 habitaciones, principalmente en Cayo Santa María, que acoge 10 km de playas con farallones de telón de fondo. Conocido también como la Rosa Blanca de Jardines del Rey, Santa María es el mayor de los Cayos de Villa Clara y la más preciada cuenta de este rosario de islotes.
Una isla, un hotel
También de muy alto estándar es el Hotel Iberostar Ensenachos, un elegante resort que distribuye sus instalaciones a lo largo de todo un islote cuya forma de media luna forma dos deslumbrantes playas. Sin duda, un toque de distinción en tan edénico sitio.
Para mayor exclusividad, es la única construcción en Cayo Ensenachos, cuyas cerca de 100 hectáreas de exuberante vegetación caribeña complementa y privilegia con su esplendor este resort de lujo, decorado por exquisitos mármoles.
Rodeadas por jardines y vegetación tropical, las instalaciones del Hotel Iberostar Ensenachos se unen mediante pasarelas o caminos a través de inigualables ambientes de sosiego y relax.
Cayo Ensenachos fue un antiguo asentamiento aborigen y ahora es hogar natural de 22 especies endémicas de flora y 39 de fauna, entre las que se distinguen flamencos y garzas. Este rincón de la geografía cubana es el más pequeño de los tres cayos y atesora la ventaja de que siempre prevalece una calma relajante en sus playas, pues se encuentra detrás de Cayo Santa María, que lo protege del embate de grandes olas aun cuando hay mal tiempo.
La Estrella
Paralelamente al desarrollo hotelero de los Cayos de Villa Clara, también crece su oferta turística. Plaza La Estrella, con múltiples opciones de entretenimiento y servicios, como restaurantes a la carta, bares, bolera, billar, heladería, spa, tiendas, parque infantil, salas de juego y fiesta, discoteca, venta de artesanías, banco y casa del habano con las marcas que prestigian a los tabacos cubanos internacionalmente.
Con un singular bulevar a semejanza de un pequeño pueblo del centro de Cuba, Plaza La Estrella recrea los elementos más autóctonos de los poblados de la zona. Para que los turistas puedan visitarla, se habilitó un servicio de transporte con diferentes horarios, tanto en el día como en la noche, que recorre todos los hoteles.
Plaza Las Dunas, cuyo diseño remeda un barco pirata, cuenta con galería de tiendas, bolera, discoteca, alquiler de coches y restaurante marinero, entre otras ofertas recreativas y de ocio.
Aventura bajo el mar
En los Cayos de Villa Clara los visitantes tienen a su alcance un extenso abanico de actividades, como el buceo, pues los fondos marinos del lugar atesoran 24 sitios de inmersión para el disfrute de una gran variedad de especies coralinas y coloridos peces.
Sus principales puntos de buceo se localizan entre los cayos Fragoso, Cobo, Francés, Las Brujas, Borracho, Español de Afuera, Los Diablillos, Santa María y Los Caimanes, con fondos marinos de gran belleza que invitan a la contemplación y la fotografía subacuática. Allí buzos profesionales o aficionados pueden mezclarse con cuberas, chernas criollas y barracudas, entre otros peces, rodeados por corales, gorgonias, abanicos de mar, canjilones, cabezos y pequeñas cavernas. De ahí que Cayo Las Brujas acoja una marina con centro de buceo y otras opciones de deportes acuáticos, como paseos en catamarán.
Sus principales puntos de buceo se localizan entre los cayos Fragoso, Cobo, Francés, Las Brujas, Borracho, Español de Afuera, Los Diablillos, Santa María y Los Caimanes, con fondos marinos de gran belleza que invitan a la contemplación y la fotografía subacuática. Allí buzos profesionales o aficionados pueden mezclarse con cuberas, chernas criollas y barracudas, entre otros peces, rodeados por corales, gorgonias, abanicos de mar, canjilones, cabezos y pequeñas cavernas. De ahí que Cayo Las Brujas acoja una marina con centro de buceo y otras opciones de deportes acuáticos, como paseos en catamarán, pesca deportiva y motos acuáticas.
Cayos de Villa Clara cuenta con un acuario-delfinario, con espectáculos de delfines y lobos marinos, baño con delfines y un restaurante especializado en comida marinera donde se ofrece un excelente almuerzo a las excursiones.
Destino en crecimiento
Como parte de la diversificación de las opciones de ocio y diversión en los Cayos de Villa Clara, esta marina ampliará sus atraques y flota de catamaranes, yates y otras embarcaciones. Se prevé la construcción de un campo de golf en tierra firme muy cerca de los cayos.
El camino al paraíso
Precisamente Caibarién, un pueblo marinero, es el sitio en la isla de Cuba más cercano a la cayería. De allí parte la autovía de 48 km sobre el mar que desde 1995 conecta, cual “alfombra roja”, los Cayos de Villa Clara con la red de carreteras y autopistas cubanas.
Cuenta esta maravilla de la ingeniería cubana, que zigzaguea sobre la Bahía de Buenavista, con 46 puentes para conservar el flujo de las aguas marinas y garantizar la biodiversidad local y ecosistemas.
Por su calidad técnica, valores funcionales y sociales, este camino sobre el mar ganó el Premio Puente de Alcántara a la Mejor Obra Civil Iberoamericana, por la perfección de su ejecución y por respetar los méritos ecológicos de una zona declarada por la Unesco Reserva de la Biosfera.
En Cuba se le conoce como pedraplén y es en sí una atracción más de los Cayos de Villa Clara, calificada como sorprendente y asombrosa. Este extenso vial, que permite el acceso a quienes arriben por el aeropuerto internacional de Santa Clara, también posibilita a los que se alojen en los Cayos de Villa Clara entrar en contacto con la cultura, historia y hospitalidad de los cubanos, visitando regiones del país muy ricas en tradiciones.
En ese sentido, sobresalen La Habana; Santa Clara, capital de la más central de las provincias cubanas y donde se encuentra el Memorial del Che; Remedios, famosa por sus tradicionales fiestas populares, conocidas como parrandas; Trinidad y Cienfuegos, ciudades cuyo centro es Patrimonio de la Humanidad; o Sancti Spíritus, una de las primeras villas fundadas en Cuba y dueña de un valioso catálogo patrimonial en edificaciones, iglesias y plazas.
También se puede visitar, próximo a Trinidad, el Parque Topes de Collantes, a 800 metros sobre el nivel del mar, importante enclave dedicado al turismo de naturaleza, ubicado en las montañas de la región central, sitio de incontables riquezas naturales y paisajísticas.
