Los mas de dos mil kilómetros que completan las dieciocho rutas escénicas en Noruega han sido diseñados para centrarse en lo que ofrece la propia naturaleza, no en las atracciones históricas. En esa iniciativa para la que desde 1994 las instituciones vienen invirtiendo importantes sumas de dinero, al concluir la década actual habrán empleado casi 600 billones de euros. Sí, billones, con B, de euros. Sesenta condados son atravesados por una de estas rutas, en cuyo diseño han participado artistas noruegos para fortalecer las comunidades e impulsar el comercio local. La Golden Road, posibilita que sin navegar por sus aguas se disfrute del impresionante fiordo de Trondheim, de ciento treinta kilómetros; el tercero más largo del país que discurre desde la península de Fosen hasta Beitstadfjorden.
Tomando el desvío hacia Inderøy que aparece señalizado en la E-6, la vía principal entre el norte y el sur del país, se llega a uno de los más sorprendentes paisajes del municipio de Trondheim. La Golden road es no solo el camino hacia uno de los paisajes más bonitos, una brillante opción para recorrerlos en bicicleta , pescar, realizar deportes de agua o tener distintas experiencias culturales, sino que es también una ruta gastronómica, a cuyo término aconsejo descansar en Øyna Cultural Landscape hotel.
A lo largo de la carretera surgen ocasiones de pararse a nadar, a navegar, de comprar un queso local en la misma granja que los elabora, refrescarse con un helado, tomarse una cerveza, comprar un trabajo artesanal, visitar el museo o las esculturas de Nils Aas en el parque que el artista jugó de niño o, simplemente, de charlar con la gente. El concepto de aunar ofertas en la Golden Road, iniciado en los últimos años del pasado siglo, ha resultado un acierto para atraer más visitantes, ver crecer el número de participantes en la iniciativa y el aumento de sus negocios.
El mejor queso del mundo salió en 2023 salió de Inderøy, en 2023. Trøndelag Nidelven Bra, de Gangstad Gårdsysteri, se coronó ganador superando a otros cinco mil quinientos quesos, por lo que nos encontraríamos en el lugar perfecto para darle una oportunidad a este queso azul de textura cremosa e intenso sabor.
En Straumen, setenta y cinco años lleva Inderøy Slakteri dedicándose a la industria cárnica. La joya del negocio está en la paciente elaboración de Inderøy sodd, una receta tradicional para fiestas elaborada a base de res y cordero. De una de las pomaradas más septentrionales en el mundo, favorecida por las luminosas noches de verano que aportan acidez y dulzor al fruto, surgen los premiados zumos de Inderøy Mosteri. El olor a pan y dulces recién horneados sale de Maren’s que los sirve con el que, dicen, es el mejor café orgánico del mundo: Øverbakken Kaffebrenneri. Aguardiente, cerveza…todo lo imaginable, en un amable paisaje de cuento en el que tanto surgen tiendas agrícolas como de antigüedades. O, simplemente, como ocurre en la casa más antigua de Straumen ( 1775) ,Kjerringa me’ Straumen, se combina el café, el helado o el gofre con la compra de alguna prenda o mueble de segunda mano.
Allí, en Straumen, nació Nils Aas al que, en su memoria, han dedicado un taller donde se exponen parte de sus trabajos. Otra parte importante puede ser disfrutada en el parque de esculturas Muustrøparken. Curiosamente, muchas de ellas inspiradas en sus recuerdos infantiles, se han instalado a la altura de los niños. El denominado sendero cultural entre Straumen y Vangshylla se extiende a lo largo de dieciocho kilómetros, incluyendo el trazado del primer camino rural de Utøy. En el recorrido completo se tardan unas cinco horas, aunque se pueden escoger solo algunos tramos y hacerlos en bicicletas de alquiler.
La iglesia medieval de Hustad, que data de 1150, es la más pequeña de las protegidas en Trøndelag y está rodeada de una valla del siglo XVII, única de este tipo en Trøndelag y de las pocas en Noruega.
Cualquier experiencia resultará memorable. Esa es la intención que los propietarios de Øyna se han propuesto tanto en el restaurante Litjstua, como en el skybar con amplios ventanales con vistas al fiordo. Su bebida de autor, “inderøyningen” está elaborada a partir de dientes de león. Pero rematar el día en una de las 18 habitaciones del hotel integradas en el paisaje con vistas a los Alpes
de Fosen y la Ruta dorada, sencillamente, no tiene precio. O sí, pero menos de lo que imaginas.