Uganda, conocida como la “Perla de África”, se consolida como uno de los destinos de observación de aves más destacados del planeta. Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Aves, el 11 de octubre, la agencia local ugandesa de safaris y tours personalizados Home to Africa pone en valor el extraordinario patrimonio aviar del país, que alberga más de 1.000 especies de aves, lo que representa aproximadamente el 11 % de la diversidad ornitológica mundial y más de la mitad de las especies presentes en el continente africano.

La extraordinaria densidad y variedad de aves en Uganda es consecuencia de su privilegiada ubicación geográfica y de su impresionante diversidad de ecosistemas. Con grandes extensiones de humedales, montañas, sabana y bosque tropical, el país africano ofrece un mosaico de hábitats que sustentan una vida aviar incomparable.
La lista de aves de Uganda es casi interminable. Entre sus especies más célebres se encuentra el enigmático picozapato, un ave prehistórica cuyo avistamiento es un hito para cualquier ornitólogo. Junto a él, destacan otras aves de singular belleza, como la Grulla Coronada Cuelligrís, el turaco gran azul, un ave de un vibrante color índigo o el colorido papyrus gonolek, basado principalmente en los humedales. Otras joyas incluyen el rascón de Nkulengu, el trogón de cola de coche, la broadbill verde africana y las currucas de cola corta.
Esta concentración de biodiversidad convierte a Uganda en un destino donde la observación de aves se convierte en un espectáculo no sólo para los amantes de la ornitología, sino para todo el viajero que desee avistar fauna salvaje en libertad de manera segura, tanto en parques nacionales como en reservas forestales, humedales e incluso en los jardines de Entebbe o Kampala.
Destinos emblemáticos para el avistamiento de aves
-El Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi
Famoso por albergar a casi la mitad de la población mundial de gorilas de montaña, Bwindi es también una meca para los ornitólogos. Este bosque húmedo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el hogar de más de 350 especies de aves. Es particularmente relevante por acoger 23 de las 24 especies endémicas del Rift Albertino. Aquí, los visitantes pueden observar aves como el zorzal de Kivu, el apalis de Rwenzori, el batis de Rwenzori y el solitario ruiseñor de Archer, cuyos cantos se mezclan con los sonidos de la jungla.
-Parque Nacional Queen Elizabeth
Como el parque nacional con la mayor lista de aves de Uganda, que supera las 600 especies, Queen Elizabeth ofrece una experiencia ornitológica inigualable. La combinación de ecosistemas –sabanas abiertas, bosques de euphorbia, lagos cratéricos, los lagos Eduardo y Jorge, y el canal de Kazinga– crea un hábitat ideal para una avifauna tremendamente diversa. Es uno de los mejores lugares de África para observar rapaces, incluyendo el buitre palmero. Además, es un santuario para aves acuáticas como el pelícano blanco, el cormorán, la garza goliat y, en ocasiones, el flamenco menor. Las cigüeñas picozapato también frecuentan los humedales del parque.
-Santuario de Humedales de Mabamba
Esta extensa marisma en la costa norte del Lago Victoria es, sin duda, el destino más famoso para la búsqueda del emblemático picozapato. Los recorridos en barca a través de los sinuosos canales de papiro ofrecen una experiencia tranquila para localizar a esta ave majestuosa y esquiva. Más allá del picozapato, Mabamba alberga más de 260 especies, incluyendo el martín pescador pigmeo, el abejaruco cabeciazul, el aguilucho lagunero, el gonolek de papiro y una gran variedad de patos y garzas.
La lista de destinos ornitológicos de primer nivel en Uganda se completa con el Parque Nacional Kidepo Valley, un refugio para especies propias de las sabanas secas; el Parque Nacional Kibale, famoso por sus primates y su avifauna forestal; el Parque Nacional Murchison Falls, donde el Nilo cuenta con una cascada espectacular; y las imponentes Montañas Rwenzori.
Temporadas y consideraciones para la observación de aves
Uganda es un destino para todo el año, pero los periodos de marzo a mayo y de octubre a diciembre se consideran óptimos para la observación de aves. Durante estas temporadas de lluvias, la disponibilidad de alimento, como frutas e insectos, es mayor, lo que impulsa la actividad de cría y facilita el avistamiento. Además, son los meses en los que llegan algunas especies migratorias, enriqueciendo aún más la diversidad local. La temporada seca, de junio a septiembre y de diciembre a febrero, ofrece condiciones de acceso más fáciles y cielos despejados.
“La celebración del Día Internacional de las Aves el 11 de octubre sirve como un recordatorio oportuno de la importancia de conservar estos hábitats únicos y vitales para el equilibrio del planeta”, concluye Aryanyijuka Elias.




