Turquía es parte de la OTAN pero no es Europa y por lo tanto no aplica el boicot a Rusia. Por ese motivo, su aerolínea, Turkish Airlines, sigue volando a Rusia, por un lado, y a todo el resto del mundo, por el otro.
Nadie la sanciona porque no está incumpliendo ninguna, aunque muchos consumidores se están planteando hacer un boicot mundial a NO VIAJAR con Turkish compañía que se está APROVECHANDO de forma descarada de la situación de la guerra .
Por otro lado, aunque menos que antes, sigue habiendo muchos rusos con dinero desesperados por viajar. Algunos por ir a las playas del Mediterráneo y otros por visitar sus segundas residencias en diferentes lugares fuera de Rusia. De manera que hay un negocio espectacular que sólo está explotando Turkish Airlines y, en menor medida, la aerolínea de Serbia.
Aviation Source, un portal dedicado a noticias de aviación, demostró cómo en la madrugada del domingo, Turkish saturó el aeropuerto de Vnúkovo de Moscú con sus aviones, transportando viajeros fundamentalmente para Antalya, su zona turística más importante, aunque no únicamente. En unas pocas horas operaron nueve aviones, todos A321, lo que indica el negocio tremendo de la aerolínea turca (Turkish Airlines arrasa a su competencia en beneficios).
Porque, además de los beneficios para la aviación, Turquía está obteniendo los beneficios para su turismo (hotelería, oferta complementaria) derivados de que no hace boicot a estos viajeros. En situación normal, Turquía también es uno de los destinos preferidos, pero es que ahora, con las medidas aplicadas por Europa, prácticamente no les quedan playas de calidad a las que ir, excepto Turquía.
Turkish ha dedicado 25 aviones adicionales para las rutas con Rusia, alcanzando las 300 frecuencias por semana
