Scandinavian Airline System (SAS) acaba de acogerse a la suspensión de pagos de Estados Unidos, el famoso Capítulo 11 de la legislación de bancarrotas, a la que antes se había acogido Avianca o Latam, debido a que su situación financiera es de falta de liquidez .
La medida es parte de un plan para reestructurar financieramente la compañía. La legislación americana permite que durante un tiempo, siempre bajo supervisión judicial, una empresa pueda dejar de cumplir con sus pagos, suspenderlos de hecho, para reorganizarse y salir adelante.
El anuncio tiene lugar precisamente un día después de que los pilotos anunciaran la ruptura de las negociaciones con la empresa para ir a la huelga.
SAS ha venido sufriendo seriamente la aparición de las low cost en su territorio, después el coronavirus y, finalmente, el cierre del espacio aéreo de Rusia que la afecta especialmente porque obliga a que todos sus vuelos tengan que evitar el este del país.
El Capítulo 11 de la legislación de Estados Unidos no supone que deje de operar. Se mantiene todo IGUAL, pero financieramente se suspenden los pagos mientras se buscan inversores”. Para este caso se necesita unos mil millones de euros para recapitalizarse.
