Vladimir Putin, presidente de Rusia, ordenó apropiarse de 515 aviones que no son rusos, sino aeronaves alquiladas por las líneas de ese país en Occidente. Las compañías rusas tienen un total de 980 aviones alquilados, de los que una parte son de propiedad local.
La medida se conoció a través de una ley de aplicación inmediata que Putin firmó, con la que los aviones alquilados a empresas no rusas, serán propiedad de ese país. Aunque en su mayoría las compañías de alquiler son occidentales, algunas de ellas son de bancos chinos.
Las aerolíneas rusas tenían un plazo de entrega de los aviones hasta el 28 de marzo, pero claramente no va a pasar, ahora llevarán matrícula rusa.
Las alarmas ya estaban encendidas en las aerolíneas por las afectaciones que la guerra traería a las compañías de alquileres. Se espera que esto pueda llevar al aumento en los precios de las rentas para todas las aerolíneas, lo cual se sumaría al encarecimiento del combustible.
Los lessors se estarían planteando incrementar los precios por las pérdidas que les supone el no disponer de los aviones, no poder cobrarles a las aerolíneas rusas, ni poder hacer embargos. Por esto, habían puesto fecha de entrega de los a aviones para antes del 28 de marzo, ya que las restricciones dejarían las aeronaves sin seguros.
El panorama mostraba que no habría devolución, por lo que se irían a pérdida por solicitud de las autoridades de Occidente. Rusia ocupa el 5% de los alquileres de aviones donde AerCap es una de las mayores empresas de alquiler en ese país con 152 aviones, valorados en 2.290 millones de euros.
