Las motivaciones para escoger este rincón de Centroamérica como destino de un inolvidable viaje son muchas y muy variadas. Los amantes de la naturaleza deben saber que más de 35% del territorio panameño está protegido como parques nacionales o reservas naturales. Por su parte la capital del país, Ciudad de Panamá, ha sido siempre un paraíso para las compras.
Ubicado en el extremo sureste de América Central, este precioso país está dividido en 9 provincias y 5 comarcas indígenas. En sus más de 75.000 km² de franja ístmica predomina el territorio montañoso, sólo interrumpido por el Canal de Panamá, una de las obras de ingeniería más grandes de todos los tiempos.
El país es un claro exponente de la multiculturalidad que caracteriza a la región, a lo que contribuye además la constante presencia de visitantes de todas partes del mundo.
La primera ciudad española sobre el Pacífico
Fue en Panamá, el primer lugar en el que los europeos divisaron el Océano Pacífico, entonces llamado “Mares del Sur”.
La ciudad de Panamá, fue la primera ciudad española sobre el Pacífico americano. Se fundó en 1519 en un área que formaba parte de una aldea costera de indígenas dedicados a la pesca. Rápidamente se convirtió en un importante punto del comercio colonial.
En 1671, la ciudad de trasladó a lo que hoy se conoce como la Panamá Histórica o Colonial con todas sus órdenes religiosas, sus calles, avenidas y hasta sus plazas. De 1673 a 1910 la ciudad estuvo amurallada, y aunque a principios del siglo XX todo fue prácticamente demolido, aún encontramos algún vestigio de aquella etapa como el llamado “Baluarte Mano de Tigre”.
En 1997, el Casco Antiguo de Panamá es incluido en la lista de sitios considerados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Su biodiversidad: orgullo panameño
Por su cercanía a América del Sur, Panamá alberga varias especies sudamericanas como el poncho o capibara –el roedor más grande del mundo– y el oso frontino u oso de anteojos.
Más de 35% del territorio panameño está protegido como parques nacionales o reservas naturales. Estas áreas de valor ecológico constituyen el hábitat de 220 mamíferos –algunos endémicos como el mono aullador de Coiba, el agutí o ñeque de la isla de Coiba– 240 reptiles, unos 1.500 tipos de peces, cerca de 1.000 especies de aves –como el quetzal, la guacamaya y el tucán– y más de 10.000 especies de plantas vasculares.
Entre todas esas maravillas de la flora y la fauna destaca el perezoso pigmeo de tres dedos. Es uno de los perezosos más pequeños del mundo, y como el nombre lo dice sólo tiene tres dedos. Es único de la pequeña isla Escudo de Veraguas, situada frente a las costas de Panamá y con una superficie aproximada de 4,3 km².
Estos perezosos viven y se alimentan del mangle rojo. Los manglares están siendo talados por los pescadores que los utilizan como el carbón para las fogatas. En este momento hay menos de 100 perezosos y por ese motivo se ha puesto en marcha una campaña para evitar su desaparición.
¿Y qué decir de las playas?
Panamá cuenta con preciosas playas en cada una de las provincias. Disfrutar del sol, la brisa y la arena en un paradisíaco lugar turístico, es para muchos la mejor oportunidad de su vida. Aunque la lista de propuestas sería muy extensa, a continuación hacemos algunas recomendaciones.
Con nueve islas principales, 51 cayos y más de 200 islotes, Bocas del Toro se ha convertido en la mejor cara del Caribe panameño. Este archipiélago presenta un aspecto de pureza en estado natural y sus playas destacan por finas y blancas arenas, aguas transparentes y arrecifes de coral. Además, en Bocas del Toro se ubica el primer parque nacional marino de Panamá -el de Isla de Bastimentos- que abarca un poco más de 13.000 hectáreas de tierra y mar y en el que se refugian especies de flora y fauna únicas en todo el continente.
Por su parte la provincia de San Blas se extiende sobre una estrecha franja costera de 160 kilómetros de largo jalonada de puertos donde atracan los grandes cruceros que surcan las aguas del Caribe. Este archipiélago se compone de 365 islas e islotes, la mayoría despoblados, y 49 de ellos habitados por los indios kuna.
Los amantes del surf, no duden en viajar hasta la provincia de Los Santos. Playa Venao y Playa Bonita son referentes para la práctica de este deporte además de que resultan ideales para acampar.
Ingeniería, turismo, desarrollo: sinónimos para un canal
Camino de su centenario, el Canal de Panamá sigue siendo el gran referente de las conexiones interoceánicas. Muchos son los capítulos de navegación, comercio mundial, crecimiento turístico y desarrollo en general que ha escrito el país desde su inauguración el 15 de agosto de 1914.
Para tener una idea de lo importante que resulta, hay un dato muy esclarecedor: el canal reporta el 7% del producto interior bruto de Panamá. Ahora el reto está en su ampliación – puesta en marcha en 2007 – y que traerá consigo la creación de un nuevo carril de tráfico a lo largo del Canal paralelo al existente, mediante la construcción de un tercer juego de esclusas de la mayor complejidad ingeniera.
Sin duda esta obra monumental merece ser visitada, es algo asombroso y digno de ver. Se trata de una visita – de unas 2 horas – muy bien organizada que incluye una muestra cinematográfica, recorrido por el museo del canal y hasta la posibilidad de practicar con un simulador, en el cual el visitante asume el rol del operador del canal. Para terminar se accede a una terraza donde se puede ver el canal y las grandes compuertas de las exclusas.
Es para muchos la cara más internacional de Panamá. ¡Habrá que verla!
Cultura, gastronomía y mucho más
Lugar de paso y punto de encuentro, esta pequeña tierra es considerada un verdadero crisol de razas, algo que marca definitivamente el acervo cultural del país.
En Panamá existen siete culturas indígenas que practican costumbres ancestrales. Estos grupos originarios cultivan la música y el baile, pero su aporte cultural más apreciado es su habilidad como maestros artesanos. Las piezas producidas por algunos de estos grupos son verdaderas joyas, obras de una gran belleza que tienen sus raíces en los tiempos precolombinos.
Museos, sitios arqueológicos y tres ciudades históricas coloniales con fortalezas, iglesias y conventos que datan de los siglos XVI al XIX, están esperando por quienes decidan descubrir este país centroamericano. Todo ello junto a un rico folklore, con características muy específicas y variadas en cada región. Destaca por su singular belleza la pollera – el traje típico panameño – en perfecta consonancia con la música y el baile, acompañamientos esenciales para la comida y los platos tradicionales.
Entre las más famosas citas con las costumbres populares está el Festival Nacional de la Mejorana. Este evento se realiza en el pueblo de Guararé, aproximadamente a unos 277 kilómetros de la ciudad de Panamá. Es un espectáculo donde delegaciones de todo el país hacen muestras de sus bailes y expresiones musicales autóctonas.
Destaca asimismo el Festival Nacional del Toro Guapo de la localidad de Antón. Durante cinco días los lugareños y los turistas vibran con actividades autóctonas como el tambor, el almirez, la pollera picarona y la danza del toro guapo.
Por su parte Ciudad de Panamá ha sido siempre un paraíso de compras con una amplísima variedad de artículos – incluidos los más sofisticados y exclusivos – y con precios muy asequibles.
