La ciudad de Braga, en Portugal está a 40 minutos en coche de Oporto. Durante mucho tiempo ha sido comparada con la capital italiana, lo cual ha puesto el listón muy alto, pero por algo será. En un paseo por las calles y plazas de su casco histórico, de inmediato puede descubrirse que la Roma portuguesa es una de las ciudades más bellas del país.
Best in Europe eligió a este como Mejor Destino Europeo para 2021. Excusa perfecta para añadirlo a la lista de viajes pendientes. Esta ciudad de Portugal es monumental, pero a la vez dinámica, cultural –cuenta con dos universidades y una decena de museos-, gastronómica, ideal para ir de compras y comprometida con el turismo sostenible.
En el casco antiguo de Braga se levantan Mansiones, palacios, fuentes y, sobre todo, iglesias barrocas. Sus dimensiones son abordables y pueden ser especialmente agradables para pasear, casi todo es peatonal. Como principal centro religioso del país, tiene dos lugares icónicos y próximos a las afueras, inmersos en el verde paisaje que lleva a Guimarães: el santuario do Bom Jesus y el de Sameiro. El primero, es uno de los monumentos más famosos de Portugal, al que se puede subir en coche o en funicular, aunque los turistas prefieren hacerlo a pie para ir viendo las capillas y fuentes de su icónica escalinata barroca tallada en granito.
En el centro de esa ciudad, la «de los arzobispos», artífices de su pujanza siglos atrás, lo mejor es situarse en la rua do Souto. Esta divide en dos mitades el casco antiguo y es una transitada calle que tiene como centro la plaza de la República, punto de partida para la mayoría de recorridos. Entre pastelerías y cafés, tiendas de moda o de imaginería cristiana, poco a poco los visitantes pueden descubrir algunos de sus monumentos más relevantes: el Palacio Episcopal, el Jardim de Santa Bárbara o la Sé, la catedral más antigua del país.
En cada rincón de sus calles aparecen iglesias, como la barroca de Santa Cruz, junto a la que se levanta el magnífico hospital de San Marcos. La capilla das Coimbras o la iglesia dos Terceiros de Sao Francisco, esta última tras la famosa arcada de la plaza de la República, que alberga algunos de los cafés más clásicos de la ciudad, como el Café Astória o el Vianna, puntos de encuentro desde hace siglos.
Otros sitios para admirar son el Arco da Porta Nova, el Museu dos Biscanhinos, dedicado a las artes decorativas, el impresionante palacio azul do Raio, con fachada de azulejos.
En Portugal se come muy bien, pero especialmente en el norte. En Braga sobre todo puede degustarse el arroz con pato, cabrito y el bacalhau à moda típico, y otras especialidades tradicionales. En el apartado de dulces triunfan las fatias doces.
¿Te animas a visitar ese destino este año?
