La primavera despierta emociones y, sobre todo, ganas de celebrar: bodas, comuniones, bautizos… y ahora también babymoons. Esta tendencia estadounidense, que podría definirse como una luna de miel durante el embarazo, está ganando cada vez más adeptos en España.
Una vez superados los retos del primer trimestre, las futuras madres pueden relajarse en las aguas tibias ricas en minerales de Islandia. Eso sí, siempre tomando las debidas precauciones, como evitar el sobrecalentamiento o mantener una buena hidratación antes, durante y después del baño para una experiencia segura y placentera. Además, algunos spas como el Hilton Reykjavik Spa o el Blue Lagoon Float & Spa ofrecen masajes prenatales para aliviar tensiones musculares y favorecer un descanso reparador.
Islandia también brinda experiencias únicas que elevan la babymoon a otro nivel. Una de ellas es la oportunidad de realizar una sesión fotográfica profesional rodeada de la ‘madre naturaleza’, nunca mejor dicho. Glaciares, campos de lava, cascadas y playas de arena negra componen un escenario lleno de vida para capturar la magia del momento.
Otra gran ventaja de hacer una babymoon en Islandia es la posibilidad de admirar la naturaleza salvaje del país a través de un road trip por la costa sur o caminatas tranquilas por recorridos accesibles, como los senderos planos del Parque Nacional Thingvellir o el campo geotérmico Geysir, que cuenta con pasarelas acondicionadas para contemplar géiseres activos. Por si fuera poco, si el viaje se realiza entre septiembre y abril, las parejas también pueden disfrutar de una noche bajo las auroras boreales desde una romántica cabaña privada.