Tras los pasos de la figura de El Cid en la Provincia de Burgos

Fue y continúa siendo una leyenda. La figura de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, es historia viva. En breve, una muy conocida plataforma digital estrenará una serie dedicada a este militar en la que se abordan las diferentes caras de este personaje histórico nacido en la localidad de Vivar del Cid, en la provincia de Burgos, un territorio donde se ha rodado parte de esta esperada producción por la relación del personaje con esta tierra.

El Cid

Y mientras esperamos su estreno, los amantes de la historia y de su figura pueden vivir en primera persona El Camino del Cid, un itinerario turístico y cultural que sigue las huellas históricas y legendarias del Cid tras su destierro. Esta ruta atraviesa la provincia de Burgos y llega hasta Alicante recorriendo entornos principalmente rurales de alto valor natural, histórico y artístico.

La provincia de Burgos forma parte de la ruta del Destierro del Camino del Cid, itinerario preparado para ser recorrido a pie, en bici por carretera, en bici por sendero (BTT) y en vehículos a motor. Más allá de su reconocido patrimonio, la clave de este itinerario se encuentra en la historia que une estos lugares -el Cantar de mío Cid- que da sentido al viaje. Desterrado por su rey Alfonso VI, el Cid se ve obligado a dejar las tierras castellanas con la orden de abandonar el reino en un plazo de nueve días. Los primeros versos del Cantar reflejan la tristeza del Cid cuando, a lomos de su caballo vuelve la mirada para ver, quizás por última vez, los muros de su casa y propiedades en Vivar. Acompañado por su mujer, sus dos hijas y un reducido grupo de parientes y amigos, el Cid se encamina así hacia un destino incierto plagado de peligros, que le llevará por tierras musulmanas hasta Valencia.

En la provincia de Burgos, el Camino del Cid tiene cuatro hitos ineludibles: Vivar del Cid, patria chica del Campeador; Burgos, ciudad de abundantes referencias cidianas; el monasterio de San Pedro de Cardeña, igualmente ligado a la figura mítica del Cid a lo largo de los siglos; y Spinaz de Can, el paraje en el que el Cid acampó camino del destierro, y que algunos autores sitúan en Pinarejos.

El Cid
Molina de Aragón, Guadalajara. Camino del Cid

El viajero que recorra la ruta del Destierro encontrará una parte importante de la esencia de Castilla. El paisaje alterna los cultivos de secano en los valles de los ríos Arlanza y Duero con los sabinares, robledales, pinares, monte raso y parameras. La ruta atraviesa seis Espacios Naturales, entre los que destacan el sabinar del valle del Arlanza y La Yecla, un cortado calizo a la salida de Silos y a pie de carretera que vale la pena visitar.

La ruta recorre dos de los grandes monasterios fundacionales castellanos: el de San Pedro de Cardeña y el de Silos, y muy cerca del de Arlanza (a 8 km de Covarrubias), y permite conocer lugares míticos dentro de la historia cidiana, como Vivar del Cid, San Pedro de Cardeña, Castillejo de Robledo o San Esteban de Gormaz (ya en la provincia de Soria) y, por supuesto, Burgos, ciudad cidiana. En esta ruta, además predominan los pueblos pequeños y apacibles, algunos de ellos de «aroma» medieval y reconocido interés, como Covarrubias o Santo Domingo de Silos, Peñaranda de Duero, Langa de Duero, San Esteban de Gormaz, El Burgo de Osma, Berlanga de Duero y desde luego, al final de este camino, ya en Guadalajara, la inexpugnable Atienza, todas ellas declaradas Conjunto Histórico y/o artístico.

En Santo Domingo de Silos, la ruta por carretera sigue un itinerario distinto al sendero, aunque ambas rutas volverán a unirse al cabo de 50 kilómetros en Alcubilla de Avellaneda, en Soria. Este pequeño trayecto guarda sin embargo algunas sorpresas; la primera es Caleruega, que cuenta con una iglesia románica y un torreón medieval, y que es patria chica del fundador de la Orden de los Dominicos, cuyo monasterio alberga un interesante museo. Desde Caleruega, nos dirigimos a Peñalba de Castro, en cuyo término se hallan los yacimientos arqueológicos de la ciudad romana de Clunia, hoy visitable, una de las grandes ciudades imperiales de la antigua Hispania.

Gastronomía

Por lo que se refiere a la gastronomía, en este recorrido se recomienda probar la famosa morcilla de Burgos, referente de la gastronomía tradicional burgalesa basada en los guisos contundentes, como la olla podrida, y donde igualmente destaca el lechazo asado, platos también presentes en Soria y Guadalajara. Aunque existen otras denominaciones de origen, como la de Arlanza, los vinos más representativos en este recorrido son los de Ribera del Duero, reconocidos internacionalmente. Además, se recomienda rubricar este itinerario culinario con alguno de sus postres típicos, como el popular Postre del Abuelo: queso de Burgos, acompañado de nueces y miel.

© Miguel A Munoz Romero

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