La compañía de aviación franco-holandesa, Air France-KLM, perdió 3.300 millones de euros en 2021, la mitad que los 7.700 del año pasado, pero sin dudas una cifra muy importante. De ese monto, 227 millones son de KLM, lo cual explica las malas relaciones entre las dos aerolíneas que integran este gigante de la aviación.
Ben Smith, su director general, señaló que Air France-KLM pretende recapitalizarse para salir adelante. Necesitaría unos 4.000 millones para volver a presentar una situación financiera competitiva.
“Las medidas del plan de recapitalización tienen la intención de restaurar aún más la posición de capital”, dijo Smith. Para Air France es fundamental la reapertura de Japón y China, lo cual en los dos casos aún parece estar lejos. En cambio, el reinicio de Estados Unidos es un éxito de demanda, aunque en diciembre hubo un parón por la aparición de Ómicron. La variante también condujo a una serie de cancelaciones de vuelos hasta enero después de un cuarto trimestre mejor de lo esperado.
La deuda neta de la aerolínea sigue siendo alta, con 8.200 millones de euros. La variante Delta del virus socavó la primera mitad de 2021 hasta el punto de que las ventas de todo el año llegaron a la decepcionante cifra de 14.300 millones de euros, un 29% más que en 2020, pero un enorme 47,5 % menos que el año anterior.
Air France-KLM es una aerolínea constituida bajo la ley francesa con sus oficinas centrales en el Aeropuerto Charles de Gaulle, cerca de París. Es una de las mayores compañías aéreas en el mundo y se encuentra entre las primeras cuatro en Europa en términos de pasajeros. Fue creada por un acuerdo mutuo de fusión entre Air France y KLM el 5 de mayo de 2004, contraponiéndose al Lufthansa Group, una tendencia seguida posteriormente por la anglo-española IAG.
